Alcistas vs bajistas: cómo impactará Trump en las acciones
El optimismo de los inversores en el mercado de acciones sobre el impacto del presidente electo contrasta con las advertencias de los economistas sobre el impacto en el crecimiento del PBI.
Los inversores bursátiles están dejando de lado las sombrías predicciones de los economistas sobre las políticas económicas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y apuestan en cambio a que sus planes impulsarán los beneficios empresariales y harán subir el mercado.
El índice S&P 500 de Wall Street alcanzó máximos históricos el año pasado y, aunque se ha producido un reciente retroceso, los estrategas bursátiles han pronosticado ganancias de alrededor del 10% para el índice este año gracias al fuerte crecimiento de los beneficios.
Ese tono alcista contrasta fuertemente con las advertencias de los economistas sobre los posibles daños de las políticas proteccionistas de Trump, que, según ellos, podrían golpear el crecimiento económico, aumentar la inflación y limitar la capacidad de la Reserva Federal para recortar las tasas de interés.
Algunos atribuyen esa marcada división a las diferentes opiniones sobre el grado en que Trump ejecutará sus planes, a las dudas sobre el impacto del crecimiento del PBI en las ganancias de los grupos de las grandes tecnológicas que impulsan el rally del mercado, y a las diferentes escalas de tiempo en las que medir los efectos de las políticas del nuevo presidente.
"Sospecho que los economistas dan por probable que se cumpla mucho de lo que Trump dice que va a hacer", afirma Evan Brown, gestor de carteras y responsable de estrategia multiactivos de UBS Asset Management. "Los inversores, con o sin razón, están apostando a que Trump no va a estar cerca de hacer todo lo que dice".
Según encuestas recientes del Financial Times, más de la mitad de los 47 economistas encuestados sobre la economía estadounidense prevén "algún impacto negativo" de las políticas de Trump, mientras que otra décima parte espera un "gran impacto negativo" y solo una quinta parte pronostica un efecto positivo.
Muchos se centraron en los riesgos de dos políticas de Trump de alto perfil: los aranceles comerciales y los frenos a la inmigración estadounidense.
"Si tuviera que hacer de economista y ver esta nueva era como un vaso medio vacío, esas serían las pruebas A y B que señalaría", dijo Jurrien Timmer, director de macro global de Fidelity. "Pero el mercado se fija en los beneficios."
Los analistas prevén un crecimiento de los beneficios de 15% para el S&P 500 en 2025, según datos recopilados por FactSet, frente al 9% del año pasado. Se espera que los márgenes de beneficio neto se amplíen hasta alcanzar su nivel más alto en una década.
Varios gestores de fondos dijeron que aún era demasiado pronto para cambiar sus previsiones de beneficios, dada la incertidumbre sobre qué políticas aplicará Trump o qué impacto tendrán en la práctica.
Barry Bannister, estratega jefe de renta variable de Stifel, dijo: "La inmigración se centrará inicialmente en el control fronterizo y los elementos criminales, pero con muchos nuevos inmigrantes que en realidad se inclinan por los republicanos... dudamos que haya deportaciones masivas".
También es probable que los aranceles sean selectivos, en lugar de los de amplio alcance con los que amenaza Trump, añadió, diseñados para impulsar las exportaciones estadounidenses y la inversión interna en la industria manufacturera de EE.UU.
Las opiniones contrapuestas de economistas e inversores también pueden deberse a cuál de las dos principales promesas de campaña de Trump - "hacer América grande otra vez" [MAGA, por sus siglas en inglés] mediante aranceles y frenos a la inmigración, y reducir el Gobierno federal- creen ambos grupos que dominará los próximos cuatro años, dijo Jason Draho, jefe de asignación de activos para las Américas en UBS Global Wealth Management.
En líneas generales, MAGA "beneficia al trabajo", mientras que la desregulación "favorece al capital", añadió. "Cuanto más [desreguladoras] terminen siendo las políticas económicas de Trump 2.0, más constructivas serán las perspectivas de inversión", añadió.
Algunos también apuntan a la falta de correlación histórica entre el crecimiento económico y los rendimientos del mercado de valores como garantía de que, incluso si el crecimiento se resiente, eso no provocará necesariamente un mercado bajista [bearish].
Kevin Khang, economista jefe de Vanguard, afirmó: "Hay muchas cosas que contribuyen a darte una rentabilidad positiva en la Bolsa, aparte del mero crecimiento económico".
Se espera que la postura pro-empresarial de Trump anime a las empresas a invertir, ayudando potencialmente a sectores más allá de la tecnología a impulsar también sus ganancias.
Rick de los Reyes, gestor de carteras de T Rowe Price, dijo: "Se puede ver que algunas empresas que antes dudaban en tomar decisiones de inversión, ahora están más dispuestas a hacerlo".
Se prevé que los beneficios de los Siete Magníficos [Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla] crezcan 21% este año, frente al 33% de 2024. Esta cifra sigue siendo superior a la de otros sectores, pero en menor medida este año, ya que los beneficios de los otros 493 miembros del S&P 500 crecerán 13%, desde el 4%, según FactSet.
En última instancia, tanto los economistas como los inversores podrían tener razón, pero en periodos de tiempo diferentes. Los inversores tienden a pensar a más corto plazo, y el mercado suele fijarse en los próximos beneficios y en la posibilidad de que se produzcan recortes fiscales. A más largo plazo, los economistas podrían tener razón al preocuparse por si el recorte de impuestos empeorará el déficit presupuestario federal o por los posibles daños al crecimiento del PBI derivados de los aranceles y las restricciones a la inmigración.
Mitch Reznick, jefe de grupo de renta fija en Londres de Federated Hermes, dijo: "Las políticas fiscales laxas que apoyan la economía a corto plazo también podrían conducir a la reflación [la inflación que deriva de los estímulos fiscales] y a la ampliación de los déficits a mediano y largo plazo".
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