Este es el pueblo más bonito de Burgos según sus propios vecinos: queda a menos de una hora de la capital y debes conocerlo

En la provincia de Burgos, conocida por sus encantadores pueblos y su rica historia, uno de los destinos más sorprendentes no es ni Lerma ni Covarrubias. Según los propios vecinos y visitantes, el pueblo más bonito es Oña, un lugar que combina patrimonio cultural, paisajes espectaculares y una tranquilidad que invita a desconectar.

Ubicado a 57 kilómetros de la ciudad de Burgos, Oña se encuentra en un entorno privilegiado. Su población, de menos de mil habitantes, conserva la esencia de los pequeños pueblos medievales, con calles que parecen detener el tiempo y rincones que relatan historias de siglos pasados.

La riqueza histórica de Oña

Fundado en el siglo XI, Oña fue una pieza clave en la formación del reino de Castilla. Su Monasterio de San Salvador, declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los principales atractivos. Este monumento combina elementos románicos y góticos, y fue durante siglos un importante centro religioso y político. Además, el claustro, conocido como el "claustro de los caballeros", destaca por su impresionante arquitectura y las historias que guarda.

Pasear por Oña es recorrer su historia. Sus calles estrechas y empedradas llevan a lugares emblemáticos como la Plaza del Ayuntamiento, con edificios que datan de la Edad Media. Además, la vía verde, que anteriormente era parte del ferrocarril Santander-Mediterráneo, ahora ofrece un espacio único para caminar y disfrutar de la naturaleza mientras se descubre el pasado industrial de la región.

Un pueblo para los amantes de la naturaleza

Oña también destaca por su entorno natural, ideal para quienes buscan un contacto directo con la naturaleza. El Parque Natural de los Montes Obarenes, que rodea el pueblo, ofrece rutas de senderismo que llevan a miradores con vistas espectaculares. En primavera y verano, los paisajes se llenan de colores vibrantes, mientras que en otoño, los bosques adquieren tonalidades cálidas, creando un escenario de ensueño para los visitantes.

Además, el río Oca, que atraviesa el pueblo, es otro de sus encantos naturales. Sus aguas cristalinas y la serenidad que ofrece este espacio lo convierten en un lugar perfecto para relajarse o disfrutar de un picnic en familia.

Un destino imprescindible en Burgos

Oña es más que un pueblo bonito; es un destino imprescindible para quienes buscan descubrir la verdadera esencia de Burgos. Con una oferta que combina cultura, historia y naturaleza, este pequeño rincón de La Bureba es perfecto tanto para escapadas de un día como para estancias más largas.

Si estás planeando una visita a Burgos, no dejes de incluir a Oña en tu itinerario. Es un lugar donde cada rincón cuenta una historia y cada paisaje invita a quedarse un poco más. Sin duda, un destino que hará que quieras volver una y otra vez.