Sí, el Santo Grial existe y está en España: ¿qué ciudad lo custodia?
El Santo Grial, venerado cálice de la Última Cena, encuentra su morada en la Catedral de Valencia, siendo testigo de una rica tradición y fe que ha trascendido los siglos.
El codiciado Santo Grial se halla en Valencia. Confirmado por la Iglesia Católica, se proclama que el cálice usado por Jesús en la Última Cena descansa en la Catedral de Valencia, también referida como el Santo Tazón.
Este venerado objeto, embellecido por su intrincado diseño y reluciente oro, se cree que fue el mismo que Jesús empleó durante la ceremonia religiosa más conocida de la cristiandad. La tradición relata cómo Jesús, sosteniendo este cáliz, compartió el pan y el vino, simbolizando su cuerpo y sangre.
Al observar el Santo Grial, uno queda atrapado por su majestuosidad, resplandeciente con ornamentos dorados y preciosas gemas. Sin embargo, el verdadero tesoro yace en el cuenco superior: una pieza de ágata pulida que los expertos datan entre 50-100 a.C. Su autenticidad, respaldada por rigurosas investigaciones, incluida la del profesor Antonio Beltrán publicada en 1960, sigue siendo innegable.
El cuenco, embellecido en la Edad Media con joyas y un corchete dorado de inspiración islámica, mide 17 cm de alto y 9 cm de ancho. Se cree que, tras la Última Cena, San Pedro llevó el Grial a Roma, donde fue custodiado por los primeros papas hasta que San Sixto II y su diácono San Lorenzo decidieron enviarlo a España para protegerlo.
¿Cómo es que el Grial terminó en Valencia?
San Lorenzo, uno de los siete diáconos de Roma, llevó el cáliz a España en el siglo III. Durante la Edad Media, para protegerlo de las incursiones musulmanas, el cáliz viajó por diferentes rincones de España y Francia.
Tras ocultarse en diferentes lugares, en 1399, el rey Martín El Humano de Aragón lo recibió y lo llevó por Zaragoza y Barcelona. En 1436, Alfonso V llevó el cáliz a la Catedral de Valencia. Aunque se movió durante conflictos como la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil, finalmente encontró su hogar permanente en Valencia.
Papas como Juan Pablo II y Benedicto XVI han honrado el Santo Grial al usarlo en ceremonias religiosas durante sus visitas a Valencia. Este objeto sigue siendo un testimonio del profundo significado y la rica historia que envuelve la fe cristiana.