La importancia del descanso absoluto: por qué no hacer nada es la mejor manera de recuperar energías
Dormir no sólo es un placer, sino una necesidad del organismo. ¿Por qué no hacer nada es el mejor descanso?
A menudo se relaciona el "no hacer nada" con una falta de productividad o pereza. Sin embargo, lejos de esta percepción, el descanso absoluto es un hábito fundamental para la regeneración física y mental. En un mundo que nos empuja a estar siempre ocupados, esos ratos de pausa total son los que más necesitamos para recuperar energía y bienestar.
Cuando nos permitimos desconectar del ajetreo diario, el cerebro entra en un estado de reposo profundo que favorece la memoria, la creatividad y la capacidad de toma de decisiones. El descanso total ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés y reduce el riesgo de padecer enfermedades.
Aunque pueda parecer contradictorio, no hacer nada es, en realidad, una forma activa de cuidar nuestro bienestar.
La importancia del buen descanso
Dormir no sólo es un placer, sino una necesidad del organismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar completo se alcanza siguiendo una dieta equilibrada, ejercicio físico y, sobre todo, disfrutando de un sueño reparador.
La falta de un buen descanso repercute directamente sobre el bienestar de una persona, es por ello que se recomienda dormir al menos unas 7 horas continuas por día. En el caso de los niños, sobre todo en edad escolar, requieren una cantidad mayor, de entre 10 a 12 horas de sueño diario ininterrumpido.
Dormir también ayuda a mantener un peso saludable, ya que la parte del cerebro que controla el sueño, también es responsable del metabolismo, por ello, cuando no se duerme lo suficiente, el cuerpo segrega una hormona que incrementa el apetito.
Algunas estrategias para lograr un buen descanso son las siguientes:
- Hacer actividad física, aunque no antes de ir a dormir.
- Apagar los aparatos electrónicos antes de acostarse.
- Intentar ir a dormir y despertarse todos los días a la misma hora.
- No prolongar la siesta más de 20 minutos.
- Evitar ingerir alimentos y comidas pesadas durante el día.
- Tener cuidado con el consumo de café y alcohol.
Un buen descanso nos ayudará a mantenernos más activos y concentrados, con más energía para disfrutar al máximo de cada día. Esto favorece nuestro crecimiento personal, mejora nuestras relaciones interpersonales y contribuye a nuestra felicidad.