La siesta perfecta: cuánto debe durar para que traiga beneficios para la salud
Según se ha comprobado, la siesta es beneficiosa para la salud, en especial para la cerebral y para el desempeño cognitivo.
Dormir la siesta es una práctica que suma fanáticos en todo el mundo, sin importar la edad. Es, según se ha comprobado, beneficiosa para la salud, en especial para la cerebral y el desempeño cognitivo.
En los últimos años, múltiples estudios han revelado que incorporar períodos cortos de descanso durante el día contribuye a una vida más larga y saludable. Sin embargo, muchas veces no se sabe cuántos minutos se debe dormir para que esta práctica resulte ideal.
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Cuáles son los beneficios de la siesta
La Fundación Española del Corazón indica que una breve siesta puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 37%, al aliviar el estrés y disminuir la presión arterial.
Además, este descanso, aunque sea breve, potencia el aprendizaje y la concentración, por lo que aumenta la capacidad para adquirir nuevos conocimientos y reforzar la memoria a corto plazo.
"El ser humano es de los pocos animales que duerme una sola vez al día. El resto son durmientes polifásicos; es decir, alternan fases de sueño y vigilia durante todo el día", han indicado desde la fundación.
En este sentido, la reducción del tiempo de descanso nocturno no solo afecta nuestra capacidad de recuperación, sino que también tiene implicaciones significativas en nuestra salud mental y física.
Por otra parte, un reciente estudio realizado por investigadores del University College de Londres (UCL) y de la Universidad de la República en Uruguay, ha revelado que cerebro también se beneficia de breves períodos de descanso diurno.
¿Cuánto debe durar la siesta ideal?
La respuesta más extendida en todo el mundo indica que la siesta perfecta debe durar 26 minutos.
Una investigación realizada por la NASA y la Junta de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTBS, por sus siglas en inglés) de 1995 analizó el impacto del cansancio y la fatiga en entornos laborales que demandan alta concentración y precisión. El estudio concluyó que una siesta de 26 minutos puede aumentar un 34% el rendimiento y un 54% el estado de alerta.