Encarcelan a una monja por sus vínculos con la Mafia italiana: la improbable historia de Sor Colina

En una sorprendente operación antimafia en Italia, las autoridades arrestaron a Anna Donelli, una monja de 57 años, por su presunta colaboración con la 'Ndrangheta, la temida mafia calabresa. Donelli, conocida como Sor Colina, utilizaba su posición como asistente espiritual en las cárceles de Milán y Brescia para transmitir mensajes entre los miembros encarcelados del clan mafioso y sus cómplices en libertad.

La detención de Sor Colina se produjo en el marco de una amplia operación policial que resultó en la captura de 25 personas vinculadas a la 'Ndrangheta. Entre los detenidos se encuentran también un exconcejal del partido Hermanos de Italia y un expolítico de la Liga, acusados de colaborar con la mafia para obtener apoyo electoral. Las autoridades confiscaron más de 1,8 millones de euros en activos ilícitos durante las redadas en diversas ciudades de las regiones de Lombardía, Véneto y Calabria.

El rol de Sor Colina en la organización mafiosa

Según la investigación coordinada por la Fiscalía de Brescia, Sor Colina, originaria de Cremona y residente en Milán, llevaba más de una década como voluntaria en las prisiones de San Vittore y Brescia. En su calidad de asistente espiritual, facilitaba la comunicación entre los líderes mafiosos encarcelados y los miembros del clan en el exterior, transmitiendo órdenes, brindando apoyo moral y materiales, y resolviendo conflictos entre internos, lo que fortalecía la estructura criminal.

La detención de Sor Colina ha conmocionado a la sociedad italiana y ha puesto de relieve la capacidad de la 'Ndrangheta para infiltrarse en diversas instituciones, incluyendo la Iglesia. Este caso subraya la complejidad de combatir una red mafiosa que continúa extendiendo su influencia en distintos sectores de la sociedad italiana, incluso en ámbitos aparentemente intocables como el religioso.

Las autoridades italianas continúan sus esfuerzos para desmantelar las operaciones de la 'Ndrangheta y llevar ante la justicia a todos aquellos que colaboran con la organización, independientemente de su posición o estatus en la sociedad.