Casi muere por usar un objeto cotidiano al conducir: "Tuve mucha suerte, no lo hagan"

Pese a la optimización de las medidas de seguridad con las que actualmente cuentan los coches, y las mejoras en sistemas, en ocasiones, el cuidado al volante de los propios conductores también depende de ellos.

A veces una mala decisiones o un error puede costar caro. Algo así le ha sucedido a Jeena Panesar, una joven universitaria británica que casi muere por llevar un objeto cotidiano mientras manejaba su automóvil.

 Su historia ha recorrido el mundo y ahora sirve para como lección para que muchas personas puedan prevenir accidentes.

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¿Qué le ocurrió a Jeena Panesar al conducir, que casi le cuesta la vida?

La joven llevaba una pinza para el cabello, como utilizan muchas personas para sujetar el pelo. Sin embargo, un objeto tan cotidiano le ha costado caro y podría haber resultado incluso peor.

Sufrió un accidente con su coche y la pinza terminó incrustada en su cara, cortándole la cabeza de forma profunda. El accidente ha ocurrido el 24 de enero, pero recién ahora, ya recuperada de sus lesiones, Panesar ha recordado la traumática experiencia y ha decidido relatarla. 

"Cuando salí del trabajo había un poco de niebla, pero de repente se volvió muy espesa y la visibilidad era escasa. Sentí que el neumático se hundía en lo que pensé que era un bache. La Policía más tarde me dijo que era una zanja", ha relatado sobre el fatídico día.

"Inmediatamente apareció una curva. Traté de frenar y hacer el giro a tiempo, pero perdí el control del coche y se deslizó hacia el otro lado de la carretera. Creo que golpeé un árbol, lo que hizo que el coche volcara", dijo.

Si bien en un primer momento la joven perdió la conciencia, la recuperó y pudo salir del vehículo, en donde un conductor logró verla y brindarle ayuda hasta que llegara la ambulancia.

El consejo de la joven accidentada tras su duro relato

Panesar fue atendida por los médicos del Queen's Medical Center de Nottingham, que confirmaron a los medios británicos que sufrió un corte de 30 centímetros de longitud, desde la ceja izquierda hasta la nuca.

Esto fue lo que casi acaba con su vida, y se debió a que la joven llevaba una pinza en el pelo al momento del accidente.

"Quiero aconsejar a las personas que se quiten las pinzas para el cabello antes de conducir, porque me preocupa que pueda pasarle a otra persona. Tuve mucha suerte, pero no quiero que nadie más corra el riesgo", expresó.