

En una Argentina en plena tensión por la presión fiscal y con el horizonte de una reforma tributaria en 2026, el impuesto a los Ingresos Brutos aparece como el blanco más recurrente por parte de algunos actores del sector comercial. Así lo muestra un informe nacional de Taquion, que revela que el 70 % de comerciantes y emprendedores cree que este tributo perjudica directamente su actividad porque "se cobra haya o no ganancias".
No es el único dato que revela la bronca: un 58 % asegura que el impuesto se traslada directamente al consumidor, y apenas un 5 % cree que no impacta en los precios. En un contexto de retracción económica y caída del consumo, el peso de Ingresos Brutos sobre la cadena de valor es percibido como asfixiante, en especial en sectores no concentrados.
Desde el Gobierno nacional ya se han expresado en público y en privado en contra de este impuesto. Ante la Bolsa de Comercio de Córdoba, el ministro de Economía, Luis Caputo, exhortó directamente a las provincias para que avancen con una rebaja de tributos, en particular por el régimen de Ingresos Brutos, "el más extorsivo de todos", en sus palabras.
En 2026, de hecho, está contemplada una reforma tributaria en la hoja de rutas de transformaciones que el gobierno de La Libertad Avanza se comprometió a seguir frente al FMI. Para ello, las elecciones nacionales podrán dar forma a una nueva dinámica de fuerzas en el Congreso necesaria para avanzar con estos cambios. También la voluntad de los jefes provinciales es clave.
La crítica al tributo -recaudado por las provincias y de base múltiple- cobra más fuerza si se enmarca en el malestar general con el sistema impositivo. El 77,6 % de los argentinos sostiene que los impuestos no vuelven en servicios, y el 68,9 % los considera excesivos. Además, tres de cada cuatro encuestados afirman que es difícil de entender, y un 70,2 % cree que favorece a quienes más tienen.
A esto se suma una visión abrumadoramente negativa sobre la justicia del sistema fiscal: apenas el 10,1 % lo considera justo. Un dato que pone en tela de juicio la legitimidad social del esquema actual, en especial cuando el 60,5% cree que los impuestos "son para mantener a la política". Acorde a Taquion, el 83 % de comerciantes y emprendedores define la presión fiscal como "moderada o alta".
En paralelo, IVA y Ganancias también figuran entre los tributos con mayor carga negativa en el monitoreo de las conversaciones digitales, como así también las retenciones.
"Impulsamos esta investigación con el objetivo de aportar datos a una conversación siempre vigente: cómo se percibe el sistema tributario en la Argentina. Particularmente, Ingresos Brutos es percibido como un impuesto que afecta márgenes, encarece precios y desalienta la actividad formal", explicó Joaquín Molina, director de Insights en Taquion
Otro número llamativo, en este sentido, es el 58 % que considera que el impuesto se traslada "directamente" al consumidor contra apenas un 5 % que piensa lo contrario. No obstante, cuando se los consulta respecto al uso de los fondos, el 80 % cree que las provincias son las mayores beneficiadas y exige más transparencia para que los recursos sean destinados a políticas de Salud (64 %), Educación (60 %) y Seguridad (52 %).

Reforma tributaria en puerta: qué opina la gente
El diagnóstico negativo se complementa con un dato inquietante: dos de cada tres argentinos creen que "si no se puede evadir, se es tonto". Esa naturalización de la evasión como conducta racional frente al Estado no hace más que profundizar la crisis de confianza.
En este escenario, el 84,5 % considera que es urgente una reforma tributaria. La mayoría no la imagina como una baja lisa y llana de impuestos: el 45,7 % cree que deben pagar más los que más ganan, frente a un 30,5 % que apuesta por un esquema más uniforme. Pero el reclamo central es por mayor equidad, transparencia y eficiencia.
De hecho, el 67,5 % estaría dispuesto a pagar más si supiera que el dinero se destina directamente a salud o educación. La demanda, entonces, no es por menor carga, sino por mayor contrapartida.
El informe también destaca diferencias generacionales y regionales. Los jóvenes de 16 a 29 años son los más críticos, mientras que el AMBA concentra el mayor escepticismo sobre el retorno de los impuestos en servicios públicos.

Elaborado en abril de 2025, el reporte se basa en el monitoreo y análisis de conversaciones digitales espontáneas en redes sociales. A través de inteligencia artificial y herramientas de procesamiento de lenguaje natural, la consultora captó percepciones, sentimientos y opiniones expresadas de manera orgánica por los usuarios, lo que permite trazar un mapa de humor social más allá de las respuestas dirigidas de una encuesta tradicional.
Mientras el Gobierno nacional debate cambios en el régimen impositivo, los datos sobre Ingresos Brutos funcionan como un llamado de atención para las provincias, que dependen en gran parte de su recaudación. El rechazo creciente a este tributo pone presión sobre los gobernadores en medio de la pulseada por los fondos federales y la coparticipación impositiva.












