

A fines de abril del año pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó el plan Carne para todos, donde se ofrecía el kilo de asado a $ 10,50, el bife ancho a $ 11,80, la carnaza a $ 7,65, la carne picada a $ 6,92 y la cuadrada a $ 13,13.
Ahora, si uno va al Mercado Central, donde puede encontrar precios mucho más baratos que en el supermercado, el asado se vende a $ 20, el bife ancho a $ 18, la picada especial a $ 20 y la cuadrada a $ 24.
Si va a la góndola del supermercado, la diferencia de precios se va hasta las nubes: el bife ancho de menos de $ 12 ahora sale $ 34, y la cuadrada de $ 13 se fue hasta $ 44.
En el mercado informan que la suba de precios se debe a que se restringió la oferta, ya que los frigoríficos estaban obligados a abastecer de un kilo y medio de carne a precio oficial por cada dos kilos y medio que exportaban.
Ahora cada vez se vende menos al exterior porque el precio de la hacienda en pié está cara y porque en Europa, con la crisis, se consume menos. Actualmente, entonces, cada tres kilos y medio que se exportan debe abastecerse solo uno al mercado doméstico, explicó Ricardo Bruzzese, presidente de la Cámara de Empresarios y Comerciantes de Carnes y Afines de Mataderos.










