Uno de los capítulos que tiene el megadecreto publicado ayer en el Boletín Oficial incluye modificaciones en la Unidad de Investigación Financiera (UIF), la oficina que lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.

Según explicaron desde el Gobierno, se "acotó la ley por cantidad de información que se pide" a los clientes. Además, permitirá que los bancos intercambien legajos de sus clientes que den consentimiento.

"Habilitas al banco a compartir legajo a otro banco, o a la casa matriz por ejemplo, eso sí se mantiene la información protegida por secreto bancario, también la información por inteligencia financiera", agregaron

En medio de tantas modificaciones la presidente de la UIF entre 2001 y 2005 Alicia López, explicó a El Cronista que las pocas modificaciones "son impracticables".

"Lo que propone el DNU ya se hace casi todo, lo nuevo es que se puede pedir que el sospechoso comparta, por ejemplo, los datos de una cuenta en el exterior que está siendo investigada, lo que sería dudoso que suceda y habría que remitir a que lo pida un juez, como sucede hoy".

La especialista señaló que es "show off" y que algunos pasajes del DNU son "insólitos". Luego apuntó contra la idea de las autoridades actuales de tercerizar funciones "tanto en la UIF como Laura Alonso en la OA. El que tiene que controlar es el Estado, no se le puede pedir al privado que se controle solo".