

El vicepresidente de la Nación Amado Boudou sufrió un nuevo revés judicial. Esta vez, el fallo adverso lo recibió en un expediente paralelo al mediático caso Ciccone, pero que puede repercutir en su futuro procesal en esa causa. La Cámara Federal de Casación Penal rechazó el pedido de recusación contra el juez Juan Carlos Gemignani que había interpuesto su defensa por presunta falta de imparcialidad. Así, Gemignani seguirá siendo parte de la sala IV del fuero, que debe decidir sobre el pedido de sobreseimiento que realizaron los abogados del Vice y que ya fue negado en el juzgado de primera instancia y en la Cámara de Apelaciones.
En un documento de cuatro carillas, el Tribunal decidió rechazar el planteo del titular del Senado y mantener al magistrado en el caso. Gemignani había sido recusado después de emitir un voto en contra del Vicepresidente, al validar pruebas de la causa, y en el que lo vinculaba con las amenazas que dijo recibir Laura Muñoz, la ex mujer de Alejandro Vandenbroele, presunto testaferro de Boudou y dueño de The Old Fund, el fondo que se hizo cargo de la ex imprenta Ciccone. En su voto, el juez dijo que las amenazas eran atribuidas además a un grupo que, en consideración al cargo público ostentado por uno de sus integrantes, podía razonablemente asignársele una capacidad operativa de significativa trascendencia. Diego Pirota y Eduardo Durañona, abogados de Boudou, buscaron evitar que el camarista vote en la causa de fondo por considerar que podía prejuzgar y ser parcial.
La sala IV, conformada por Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Eduardo Riggi, consideró que no se ha logrado demostrar suficientemente la sospecha de parcialidad que se invoca respecto del aludido magistrado, al tiempo que agregó que no se verifican puntos de sustento objetivo que conduzcan a la parte a albergar dudas acerca de la incolumidad de la garantía a ser juzgado por un juez o tribunal imparcial. Si bien admiten que puede quizás reconocerse que la redacción y los giros idiomáticos utilizados dan lugar a interpretaciones equívocas del sentido del voto, aseguran que a nuestro juicio su lectura integral y su contextualización con cuanto indican al respecto las declaraciones de la testigo no permiten sino sostener la conclusión que hemos expuesto.
Diferente fue la opinión del fiscal Javier De Luca que, como en la causa principal sobre el pedido de falta de acción, adhirió al planteo de Boudou. De su dictamen, al que accedió El Cronista, sobresale que las apreciaciones del juez Gemignani ponen de manifiesto que el magistrado adelantó opinión sobre cuestiones que involucran al imputado en esta causa, cuando todavía no estaba llamado a hacerlo. De Luca, de vasta carrera como fiscal y con un currículum que incluye una cátedra propia en la UBA, es apuntado desde sectores de la oposición por ser parte de la agrupación oficialista Justicia Legítima. De Luca y su jefa la Procuradora Alejandra Gils Carbó fueron denunciados recientemente por Juan Mussa, por presunta complicidad con Boudou en el caso Ciccone.













