

El Presidente Javier Milei se encuentra en la Quinta de Olivos y en sus filas todavía sigue habiendo incertidumbre sobre cómo será el futuro de las facultades delegadas y las privatizaciones, dos aspectos que se consideran nodales dentro de la ley ómnibus. El oficialismo todavía mantiene negociaciones subterráneas con los bloques dialoguistas para movilizar artículos clave y ya advierte que culpabilizará a los diputados dialoguistas que voten en contra de estas normativas.
La Oficina del Presidente -la cuenta oficial que comunica los anuncios de Milei- publicó un corto mensaje durante el mediodía, en el cual señaló que "la política tiene la oportunidad de empezar a revertir el daño que le ha causado al pueblo argentino".
"El Gobierno Nacional ha escuchado toda recomendación y objeción. Ahora es responsabilidad de los Sres. Diputados promover las reformas planteadas en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, cada una de ellas fundamentales para liberar las fuerzas productivas de nuestra Nación y recuperar nuestro futuro", agrega.
Desde el círculo del Presidente consideran que realizaron las concesiones suficientes como para que la Ley Bases pueda ser aprobada en su gran mayoría. El texto original constaba de 664 artículos, mientras que el dictamen presentado en el recinto tiene 386. Horas después de iniciada la sesión, el oficialismo eliminó algunos puntos clave cómo la transferencia de los activos del FGS al Tesoro o la advertencia de reuniones de 30 o más personas, entre otros.
Son puntos que a La Libertad Avanza le hubieran gustado aprobar, pero que no contaba los números cómo para que avancen hacia el Senado. Entre los principales sectores que bloquearon algunos de estos elementos están la UCR y Hacemos Coalición Federal, que votarán afirmativamente la ley ómnibus en general, pero que mantenían amplias diferencias sobre los puntos que más quería aprobar el oficialismo. Aunque con algunas disidencias internas, el PRO se mostró más colaborativo para con la movilización de la generalidad del proyecto.
El Presidente Javier Milei estará durante todo el miércoles en sus oficinas en la Quinta de Olivos. Quienes lo conocen saben que prefiere trabajar en la Casa Rosada, debido a que está más cómodo, pero el jefe de Estado prefiere comenzar su día en su espacio de trabajo sin realizar traslados. Allí estará con su hermana y secretaria general, Karina Milei; y por vía telefónica se comunicará con sus principales negociadores.
Desde su mesa chica indican que Milei quiere terminar con el debate de la ley ómnibus y que el proyecto de ley pase al Senado. Aun así, alegan que no quieren que esto sea a cualquier costo: "No se va a añadir nada sobre tablas para que los diputados opositores voten algo más. En todo caso, removeremos artículos.
Con quien Milei intercambia mensajes de manera permanente es con su asesor presidencial, Santiago Caputo, quien en los próximos días será oficializado con ese cargo oficial, dependiente de la Secretaría General de Karina Milei, y con un contrato de monotributista, en calidad de "profesional autónomo". El consultor es junto al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el alfil legislativo Eduardo "Lule" Menem uno de los principales negociadores designados por Milei.

El titular de Diputados se ausentará en una gran parte de la sesión y seguirá en las negociaciones "por debajo" para movilizar los artículos resistidos por los dialoguistas. En su ausencia, los libertarios que serán vitales durante el desarrollo de la sesión son el diputado nacional Gabriel Bornoroni -quien es el principal miembro informante del plenario de comisiones donde se dictaminó el proyecto de ley- y el jefe de bloque partidario Oscar Zago.
El rol de Guillermo Francos mermó en las últimas horas, dado que las negociaciones con los gobernadores ya finalizaron en la jornada del lunes, cuando el Gobierno -y el propio ministro del Interior- cerraron cualquier tipo de posibilidad de estimar modificaciones en las medidas fiscales para aumentar los fondos coparticipables. Incluso, desde Casa Rosada remarcan que los propios diputados nacionales son quienes ahora deben decidir el futuro de la ley ómnibus y que los gobernadores ya cumplieron su rol imponiendo su posición sobre las cuestiones que atañen a sus provincias.
Quien se apersonó en la Casa de Gobierno este miércoles fue el ideólogo de las medidas de desregulación, Federico Sturzenegger, junto a su socio y economista Lucas Llach. Estos mantienen un diálogo constante con el vicejefe de Gabinete y mano derecha de Nicolás Posse, José Rolandi, quien encabeza la pata técnica de los negociadores designados por Milei.
Mañana, el Presidente vendrá hasta la Casa Rosada a mantener su reunión de Gabinete junto a sus ocho ministros y sus principales funcionarios. Para ese entonces, la sesión todavía se estará desarrollando y se espera que se voten artículos del propio proyecto de ley.













