

La ex secretaria de Ambiente Romina Picolotti fue procesada por la jueza federal María Servini de Cubría, por presunta “administración fraudulenta en perjuicio del Estado” a raíz de los gastos suntuosos que pagó con fondos públicos cuando era funcionaria.
Entre esos “gastos injustificados” figuran regalos de alto valor económico, vuelos privados, agasajos y comidas.
Picolotti sufrió además un embargo por 450 mil pesos y afronta una acusación por un delito que contempla penas de hasta seis años de cárcel.
La causa se inició en 2007, cuando Picolotti fue denunciada a raíz de presuntos manejos irregulares de fondos de la Secretaría a su cargo mediante la utilización de partidas presupuestarias para fines diferentes de los que habían sido previstos.
Picolotti justificó esos gastos en cuestiones de “urgencia” del área a su cargo y por el “desarraigo” que implicó su tarea en Buenos Aires, pero la jueza Servini de Cubría descreyó de esos argumentos.
La jueza puso la lupa sobre “la cantidad de viajes realizados por Picolotti a Córdoba y que todos los viajes de sus hijos se hicieron en compañía de los padres”, y se sorprendió por los gastos aparentemente personales de la ex funcionaria.
“Me pregunto cuál habrá sido el motivo funcional que justificó la compra de Sopas Quick”, así como los gastos en Burger King, Chocolatier Lion Dior y Panificadora Pesce, entre otras empresas.
“No surgen reuniones o encuentros que lo justifiquen”, resumió.
FUENTE: Agencias Buenos Aires













