La delegación oficial encabezada por el presidente abandonó Lisboa convencida de haber logrado los objetivos propuestos. Tras una reunión de trabajo entre Alberto Fernández y el primer ministro, Antonio Costa, quedó en evidencia la sintonía entre gobiernos y se renovó el apoyo portugués a la agenda que la Argentina impulsa para modificar la arquitectura financiera internacional en favor de los países de ingresos medios y bajos endeudados.
Fernández y Costa ofrecieron una conferencia de prensa luego de pasar dos horas reunidos a solas abordando la agenda bilateral y los temas de interés común en la esfera internacional. Costa, cabeza de una coalición socialista, respaldó públicamente la negociación abierta con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y evocó su experiencia con el organismo multilateral de crédito.
"Aún no hemos logrado convencer al FMI de liberarnos del sobrecargo de los intereses, y queremos al menos una suspensión para los países que deben reducir su deuda y afrontar a la vez el Covid-19", mencionó el anfitrión. El visitante argentino redobló la apuesta: "No solo queremos un acuerdo, sino también cambiar las reglas del sistema financiero internacional, sobre todo en tiempos de pandemia".

Por la mañana, antes de acudir al complejo donde cohabitan el parlamento y la oficina del primer ministro luso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo un encuentro de unos 50 minutos con el ministro de Finanzas de este país, Joao Leao, quien reafirmó que Portugal respalda la negociación con el FMI,el pedido de eliminación de sobrecargos en intereses, y la redistribución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) entre los accionistas del organismo.
Guzmán y su homólogo, que dialogaron a solas en portugués, intercambiaron experiencias de política fiscal desplegadas por la emergencia sanitaria, en las que encontraron elementos en común, como las transferencias de ingreso a trabajadores impedidos de laborar, y el diferimiento de impuestos, entre otros.












