

El crudo Brent trepó este jueves hasta casi u$s 120 el barril, el valor más alto en una década, en un mercado caracterizado por la incertidumbre y una oferta que luce insuficiente ante los ojos de los operadores, con la demanda creciendo a medida que se recupera la economía mundial.
Tras cotizar en las pizarras a u$s 119,84, el Brent del Mar del Norte, tomado como referencia en Argentina, volvió a los niveles que registró en mayo de 2012, pero luego se movió a la baja para cerrar finalmente en 110,46 dólares en los futuros para entrega en mayo.
En el caso del West Texas Intermediate (WTI), que refleja la cotización del crudo del Golfo en Estados Unidos, alcanzó un pico de u$s 116,57 el barril, el máximo desde septiembre de 2008. El cierre de los quedó en u$s 107,67.

Las claves para entender el por qué de esta volatilidad radican en las noticias que llegaron a lo largo del día sobre un esperado acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán, lo que permitiría sumar oferta de crudo a un mercado que luce "desabastecido".
Pese a la crisis en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), del cual Rusia forma parte, anunció que mantendrá los volúmenes volcados al mercado.
No es un dato menor, si se tiene en cuenta que Rusia exporta entre 4 millones y 5 millones de barriles diarios (bpd) de crudo, y es el segundo proveedor mundial detrás de Arabia Saudita. Sin el aporte ruso y las empresas rehuyendo el suministro ruso y buscando barriles en otros lugares, la cuestión de la oferta, y el precio internacional, adquiere ribetes claves en el mercado mundial.

Los mercados del petróleo están en un "estado de ánimo explosivo" por la creciente indignación contra Rusia, señaló la agencia Reuters, citando a Phil Flynn, analista de Price Futures Group, quien afirmó que "la gente en el mundo no quiere tratar con un país que está cometiendo estas atrocidades en Ucrania".
En este contexto, no sorprende que a caballo de la crisis entre Rusia y Ucrania y los vaivenes de las negociaciones entre Washington y Teherán, el crudo Brent acumule en lo que va del año una suba de 53,77% y el WTI del 54%.
En un mundo que empieza a moverse nuevamente a mayor ritmo en el contexto de la pandemia de Covid-19, pero en el que se han disparado los índice inflacionarios, la suba de la energía no es una buena noticia.













