Pese al cambio de movilidad de haberes que presentó el Gobierno en el proyecto de ley ómnibus remozado, las jubilaciones volverán a perder poder adquisitivo este año y el recorte significará un ajuste fiscal de entre 0,8 y 0,9 % del PBI, más del doble de lo proyectado por el Ministerio de Economía al presentar su plan de déficit 0.
Buena parte del recorte ocurrirá en el primer cuatrimestre, antes de que empiece la actualización mensual por inflación.
Así surge de distintas estimaciones privadas a las que accedió El Cronista. Todas coinciden en que el recorte de gastos agresivo que plantearon el presidente Javier Milei y su ministro Luis Caputo no corre peligro con el cambio de fórmula para ajustar los haberes mensualmente según el IPC a partir de abril. Al contrario, el peso de las jubilaciones en el gasto público caerá mucho más de lo estimado.
"Ajuste encubierto"
El nuevo esquema propone mantener la ley de movilidad vigente para el primer trimestre (aumento según la variación de salarios y recaudación del trimestre octubre - diciembre) y actualizar los haberes a partir de abril de manera mensual, según el último dato de IPC conocido (es decir, febrero). Si la ley se aprueba así, los haberes se resentirían por la fuerte caída real de los salarios y los ingresos del fisco y, además, el Estado se embolsaría el aumento que correspondería por enero.
"El cambio de fórmula sería un ajuste encubierto, que consiste en reconocer 11 de los 12 meses de inflación de 2024.Con este artilugio, el gobierno se estaría "ahorrando" la inflación de enero para la movilidad previsional. Esto es particularmente importante porque, si el plan es exitoso, la inflación mensual debería ser decreciente y, por tanto, la variación de febrero que incorporarán los haberes no será suficiente para recuperar el poder adquisitivo perdido durante enero", añadió.
Para PxQ, este empalme redundará en un ajuste en el gasto destinado a los haberes de 0,9% del PBI en 2024, con una caída del PBI proyectada en 3%. "El gasto en jubilaciones y pensiones terminó 2023 representando 6,7% del PBI, es decir, 1 punto por debajo de 2022 y 2,9 puntos debajo de 2020", contextualizó.

Al ajustar haberes y prestaciones sociales por la ley de movilidad vigente en marzo, estos subirían en torno a 35%. Pero la inflación podría acumular 76% entre diciembre y febrero inclusive, según PxQ. Es, afirmó, el "problema heredado" de una fórmula de ajuste no devuelve poder adquisitivo con esta alta inflación.
Recorte real del 16,4%
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal estimó una caída del PBI del 4% y una baja del 0,8% del Producto en el gasto en jubilaciones. "El recorte real de las jubilaciones aportaría el 16% del ajuste fiscal del 5% del PBI planteado como objetivo por el Gobierno para este año", afirmó el economista Nadin Argañaraz.
El Iaraf estimó que, incluso con el cambio de fórmula, el poder adquisitivo de los haberes caerá en torno a 16,4% este año, en un escenario de inflación decreciente que ayude a recuperar poder algo de poder de compra perdido en el primer cuatrimestre (una ventaja del ajuste mensual por IPC es que, si cae el índice de precios, los haberes tendrán una suba real al ajustarse por inflación pasada).
Será, escribió Argañaraz, "el séptimo año consecutivo de caída real" de las jubilaciones. "En el año 2024 perderían el equivalente a 3,8 jubilaciones mínimas del año 2017. Con esto, se daría que, en siete años, un jubilado con la mínima que cobra bonos terminaría perdiendo el equivalente a 13,2 jubilaciones mínimas de 2017", dimensionó.

Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go, también estimó que la caída del gasto en jubilaciones podría llegar a 1% del PBI. "La licuación inicial es muy fuerte, con una inflación que, si todo sale relativamente bien, dará 60% en el primer trimestre", le dijo a El Cronista.
Claudio Caprarulo, director de Analytica, estimó una caída del gasto en jubilaciones aún mayor, de 1,4 puntos del PBI. Así y todo, afirmó, el cambio de fórmula "implicará 0,8% del PBI de mayor gasto en jubilaciones, respecto al que se estimaba con la fórmula previa". El Estado destinaría el 5,4% del Producto a pagar haberes.
El ajuste en jubilaciones es una de las patas principales del programa fiscal de Caputo, que también puja en el Congreso por subir las retenciones. El Gobierno sostiene que la caída en los haberes sería mayor con la fórmula actual (más bonos) que con el esquema de indexación que ofreció al los diputados, una vez que estos rechazaron darle al Ejecutivo la potestad para que los aumentos sean por decreto.
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