Mientras negocia el acuerdo con el FMI, el presidente Mauricio Macri priorizará otra vez el escenario del G20, que integran los países más influyentes del Fondo. Esta mañana el jefe de Estado abre la cumbre del T20 (Think Tanks) en la que participarán varios referentes de bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco Mundial, que suelen financiar proyectos de infraestructura. Macri se muestra cómodo en el foro global, en línea con su intención de que la política nacional siga los lineamientos de los organismos multilaterales.

El Centro Cultural Kirchner (CCK) será el escenario donde el Presidente hoy busque mostrar compromiso con el régimen multilateral. Allí hablará ante organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Asiático de Desarrollo; expertos académicos, ONGs y think tanks que debaten cómo mejorar este proceso de globalización. Algunos de los debates de este grupo de afinidad (T20, que conducen este año Cippec y CARI) es que los organismos multilaterales de crédito aumenten 25% su capital de financiamiento para reducir la pobreza, por ejemplo. Un discurso que suena favorable para Macri, quien está negociando esta semana la revisión del acuerdo con el FMI.

Con la presidencia del G20, el jefe de Estado dará un mensaje que evite ahondar en la crisis del multilateralismo, con los tironeos entre Estados Unidos y China como telón de fondo. Por el contrario, hará foco en que "cuando hay cooperación hay más posibilidad de que haya consenso", comentaron cerca del mandatario. Justamente, la cooperación internacional es la base del programa de gobierno actual de Cambiemos y sus principales referentes suelen argumentar que, gracias a la relación con los países más grandes, la volatilidad económica es menor.

De hecho, Macri cada vez muestra más que su estrategia en parte depende del apoyo de los países más avanzados. Las últimas dos semanas recibió apoyos de Donald Trump (Estados Unidos) y Angela Merkel (Alemania) mientras renegocia el acuerdo con el FMI, para que el Fondo aumente los desembolsos del crédito Stand-By. Para reforzar esa estrategia, Macri viajará la semana próxima a Nueva York donde quiere mostrar a los protagonistas del mercado financiero que la Argentina tiene los recursos para afrontar los vencimientos de deuda de los próximos años y también quiere dar señales de previsibilidad de su mandato.

Para eso, el Presidente necesita mostrar que el Presupuesto está encaminado. De ahí que recibió la última semana a los gobernadores, en busca de reducir a cero el déficit fiscal, lo que sería un ajuste de más de $400 mil millones. Ahora el Gobierno está enfocado en sumar los votos de los legisladores, diputados y senadores, del peronismo. La aprobación del Presupuesto sería una señal hacia afuera de que hay consenso para aplicar políticas de ajuste.