

Hoy, a partir de las siete de la mañana y en el Sanatorio Otamendi, el presidente Mauricio Macri se someterá a una artroscopía en su rodilla derecha, la misma que se operó hace poco más de un año. El deporte le volvió a pasar factura: aquella vez se lesionó practicando paddle, ahora se habría resentido jugando al fútbol. La cirugía se extenderá por alrededor de media hora, por lo que Macri será dado de alta y podrá continuar con sus actividades con normalidad. Así, la intervención quirúrgica no impedirá que Macri se reúna esta tarde, desde las 16 y en Olivos, con el ex presidente de Chile Sebastián Piñera. El médico que lo operará será Miguel Ángel Khoury, destacado deportólogo que forma parte del equipo argentino de Copa Davis y en el pasado trabajó en Racing y en la NBA, con los Cleveland Cavaliers.
El cuidado de su salud no tiene que ver, aseguran en el Gobierno, con que el Presidente haya decidido cancelar sus viajes fuera del país al menos hasta después de las elecciones. El motivo del freno a la agenda internacional tiene que ver exclusivamente con la campaña. En el último mes, dio resultado la agenda paralela de Macri, combinando gestión matutina y visitas provinciales vespertinas.
La estrategia se repetirá en el camino hacia las generales del 22 de octubre. Macri volverá a recorrer los distritos en los que se consolidó Cambiemos en las PASO, pero también buscará mejorar la performance en provincias decisivas en cuanto al padrón como Santa Fe, donde terminó como segunda fuerza detrás del PJ, resignando 166.975 votos respecto a las Primarias de 2015.
Fuentes ejecutivas plantean que el déficit en territorio santafesino tiene que ver con el intento de armar candidatos desde cero, del propio riñón de Cambiemos, y no apuntar a figuras que provengan de la política pero que tenían altos niveles de conocimiento en la opinión pública, por ejemplo, Miguel del Sel. "El sello ya está posicionado y tiene alcance nacional. Tenés que empezar a construir con los de abajo, sino nunca van a ser conocidos", plantean fuentes oficiales como mirada a largo plazo, aspirando a gobernar en 2019.
En busca de destrabar la situación de empate técnico que hay en la provincia de Buenos Aires, Macri tendrá una presencia muy activa en ese reducto, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal. En el Gobierno creen que para vencer a Unidad Ciudadana en octubre será clave captar la mayor parte posible del electorado que se inclinó el domingo pasado por Sergio Massa, un 15,6%. Y reforzar la idea de que un triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las generales de octubre representa "volver al pasado". Creen que el núcleo duro del voto massista se resiste a ese escenario.
En relación a la agenda internacional del Presidente, fuentes ejecutivas afirman que no está previsto ningún viaje hasta fin de año. Hace dos semanas, Macri se bajó de la visita a la ONU para participar de la asamblea anual del organismo, a la que asistirá la vicepresidenta Gabriela Michetti, a mediados de septiembre. Tampoco se oficializó una supuesta invitación del gobierno francés para que Macri encabece la delegación argentina en el Acuerdo de París, con motivo de una nueva cumbre sobre el cambio climático, el 12 de diciembre.













