

Las medidas de ajuste anunciadas por el Ministro de Economía, Luis Caputo ya alcanzaron a la mayoría de las provincias argentinas. En conjunto a Nación, en las últimos días los gobernadores barajaron cartas en sus propios distritos y contemplaron desde el achicamiento de áreas ministeriales y empleados públicos, hasta segmentar en cuotas el pago de salarios, o retornar a la implementación de una moneda propia.
Luego de que el Gobierno anticipará la reducción de partidas provinciales, el primero en activar la 'motosierra' fue el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo. En una conferencia de prensa declaró la quita de $220.000 millones al Presupuesto 2024 (que representa un recorte de entre el 12% y 13%) y la anulación de todas las designaciones realizadas por la gestión anterior durante los 60 dias previos a su asunción.
En ese marco, también se pronunció Raúl Jalil. A través de un posteo en Facebook, el catamarqueño adelantó que como parte de "las medidas de ahorro ante el contexto actual" se reducirá el 20% de cargos de jerarquía en todas las áreas del Poder Ejecutivo.
Por su parte, el santiagueño, Gerardo Zamora anunció el viernes pasado que por un periodo de seis y cómo parte de las "medidas de emergencia, de control y reducción del gasto" se van a congelar vacantes y contrataciones en la administración pública, suspender las transferencias extraordinarias a municipios, y las obras públicas que no estén en ejecución o adjudicadas bajo contrato.
De la liga de los gobernadores de Juntos por el Cambio, a pocas horas de su asunción, el sanjuanino, Marcelo Orrego informó un recorte del 30% de los cargos políticos e invalidó las designaciones efectuadas hasta 90 días previos al recambio. También revocó los nombramientos a planta permanente del personal con menos de seis meses de antigüedad, y la renovación de los contratos de servicios de los trabajadores temporarios.
Entre los patagónicos, en Chubut, Ignacio Torres fue uno de los primeros que se apuntó a las medidas de austeridad de Milei, en consonancia, el mandatario ordenó dar de baja las designaciones que se realizaron durante el último año en esa provincia.

Por otra parte, ayer durante la asunción de su segundo mandato, el fueguino Gustavo Melella,criticó a los especuladores de precio y se distanció del Ejecutivo: "Vamos a acompañar al gobierno nacional pero no en el ajuste, sino en el camino del desarrollo y del crecimiento, y la generación de empleo".
Bajo la premisa de que 'no hay plata' y en pos de eliminar el déficit fiscal a nivel nacional, la rebaja del jefe provincial de Neuquén, Rolando Figueroa, pasará por anular las jubilaciones de privilegio, reducir en un 50% los cargos políticos y auditar los pases a planta permanente del Estado. También en esa línea discursiva, el gobernador de Entre Rios, Rogelio Frigerio detalló que irá por una reducción del 50% en la cantidad de cargos políticos y que se realizará un estricto control de asistencia y de licencias médicas.
En sintonía al ajuste en la clase política efectuada por el neuquino, en Córdoba, Martín Llaryora adelantó que se reducirá entre un 25% y 10% de los haberes de los funcionarios. Pese a acoplarse a reducir el deficit fiscal impulsado por el Gobierno, en su primer discurso levantó las banderas de campaña de su antecesor y reclamó la baja de las retenciones al campo, que los subsidios se repartan con equidad y el incumplimientos de la Anses con la Caja de Jubilaciones de Córdoba.
Uno de lo últimos en pronunciarse sobre el ajuste fue el puntano Claudio Poggi. En sintonía con la "pesada herencia" de Nación, el dirigente declaró un deficit provincial de "más de 125 mil millones de pesos" y anunció que los sueldos de diciembre y enero de estatales se pagarán en dos cuotas.
Entre quienes todavía no dieron precisiones sobre como implementarán en sus distritos las medidas de ajuste, fueron los mandatarios de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Mendoza, Alfredo Cornejo. El primero refirió que, "hay que ordenar las cuentas pero al ajuste no lo pueden pagar los sectores más vulnerables", mientras que el mendocino se pronunció a favor del ajuste en los recursos de Nación "siempre y cuando -el Estado nacional- no toque ninguno de los recursos que por ley le corresponden a la provincia", en consonancia a la coparticipación.
Otro referente radical, que mantuvo cautela fue el chaqueño Leandro Zdero, el mandatario ordenó una auditoría en toda la administración pública provincial pero no detalló las medidas de contemplan implementar en sintonía al Ejecutivo Nacional.
Por otra parte, el gobernador bonaerense y referente principal de Unión por la Patria, Axel Kicillof, no descarta que la Provincia emita su propia moneda, si el Estado nacional no garantiza fondos contantes. Sobre esta posibilidad-y en el marco en el que Jefe de Estado recibirá mañana al mediodía a los mandatarios provinciales-expresó en una entrevista radial, que están "esperando las definiciones del plan económico de conjunto".

También subrayó en esa línea que "la provincia aporta el 40% de los recursos coparticipables y recibe el 20%", y "se armó una mitología falsa según la cual hay mucho gasto en la provincia, cuando es la que menos gasto público tiene por habitante, que es como hay que medirlo".













