"¡Miracolo! ¡Miracolo!" decía entre risas un dirigente en el costado de la gran mesa que se organizó en el hotel Holiday Inn, donde se terminó sellando la Pax Cordobesa de Juntos por el Cambio. Algo de milagro, efectivamente, hubo: nadie quedó afuera de la Mesa Provincial, un distrito sustancial para la victoria opositora ante cada elección nacional, donde todos estaban peleados con todos.

"Vengo a deponer las armas", dijo el senador Luis Juez al abrir la lista de oradores. Hablaba de la verdadera guerra interna que dominó JxC durante años, impidiendo cualquier posibilidad de ganarle la gobernación a Juan Schiaretti y generando severos problemas a la oposición allí donde había que trabajar en equipo.

La Cámara de Diputados, por ejemplo, aún no terminó de saldar la tensión entre el experto Mario Negri, titular de la bancada de la UCR, y el ascendente Rodrigo De Loredo, que pretendió disputarle ese rol. La mesa constituida, es lo que esperan, ayudará a superar ese tipo de discusiones.

Consideran que más difícil será desactivar a los dirigentes que siguen teniendo como opción acordar con el peronismo cordobés, algo así como un plan B siempre latente en la imaginación de Gustavo Santos, ex ministro de Turismo de Cambiemos y ex titular del Ente provincial de Turismo en tiempos de José Manuel de la Sota.

"Que nadie de los que está en esta mesa quiera sacar los pies del plato", dijo la actual diputada Laura Rodríguez Machado, mirando de reojo al sector de la mesa donde se estaban sentados los que no se negaban a ampliar la alianza política con "Hacemos Córdoba" para llegar al poder provincial.

Oscar Aguad, al respecto, fue contundente: "La fuerza política más votada por los cordobeses no tiene por qué confundir a nuestro electorado". Santos, por su lado, considera que "compartimos electorado" y así volvió a expresarlo, pero la mayoría de la mesa no quiere mezclarse con quienes manejan la provincia hace 24 años.

El encuentro fue organizado por los presidentes de los seis partidos que integran la coalición en Córdoba, Oscar Agost Carreño (PRO), Marcos Carasso (UCR). Ernesto Martínez (Frente Cívico), Gregorio Hernández Maqueda (CC), Gastón Dueñas (Primero la Gente) y Martín Carranza Torres (Partido Liberal Republicano).

Pero la mesa es integrada, además, por los legisladores nacionales Juez, Negri, De Loredo, Santos y Rodriguez Machado, entre otros. Una diputada del PRO, Adriana Ruarte, se quejó porque De Loredo no haya sancionado a Gabriela Brouwer de Koning por su ausencia en una sesión de fin de año en Diputados, pero la crítica no pasó de ahí.

En rigor, lo más importante es que se espera que sea en esta mesa provincial que se decida quién será el candidato a gobernador en el 2023.

Así lo reconoce el comunicado distribuido a la prensa una vez concluida la reunión: "Asegurar que las legítimas y necesarias aspiraciones personales o grupales puedan ser canalizadas mediante mecanismos democráticos que aseguren las candidaturas que la coalición presente en las elecciones de 2023, respetando las normas internas de cada partido".

Cómo será eso, todavía nadie sabe. Lo que intentan los cordobeses es que no vuelva a pasar lo que ya sucedió en reiteradas oportunidades, es decir, que porteños intervengan en la interna de la provincia para terminar facilitando la victoria del peronismo.

Para evitar que se repitan esa traumática experiencia, los cordobeses se convirtieron en la primera provincia importante que institucionalizó la mesa de conducción y sin falta, mañana mismo, mantendrá un encuentro en Buenos Aires con la mesa nacional para compartir objetivos.

En la última elección, JxC fue la mayor fuerza política de la provincia con el 54.11% de los votos, seguida por Hacemos por Córdoba, que alcanzó el 24.97%. El Frente de Todos apenas recibió 10.51%, lo que dejó afuera del Senado a Carlos Caserio, en tanto la coalición opositora logró 2 senadores y el tercero le correspondió al partido liderado por Schiaretti.

En cuanto a diputados, JxC se quedó con 6 bancas de diputados nacionales, Hacemos por Córdoba con 2 y el FdT con una.