Debía ser un encuentro confidencial, pero la candidata de Mauricio Macri a la Procuración General de la Nación, Inés Weinberg de Roca, se encontró con un periodista cuando salía ayer del Senado y su presencia en el Palacio ya no fue un secreto. La jueza se reunió con algunos integrantes del interbloque Cambiemos para analizar el escenario que enfrentará su pliego y acordaron la fecha en la que enfrentará las preguntas de la oposición en la comisión de Acuerdos: el 31 de julio.

Participaron de la reunión el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el jefe del bloque PRO en esa Cámara, Humberto Schiavoni; su par radical, Ángel Rozas; y los senadores Julio Cobos, Pamela Verasay, Alfredo De Ángeli y Gladys González. Junto a Weinberg, definieron el mismo día de la audiencia pública buscarán sacar dictamen favorable a su pliego para luego evaluar la mejor estrategia para llevarlo al recinto.

Para ser designada como procuradora, la jueza deberá conseguir el apoyo de dos tercios de los senadores presentes en la sesión. Una mayoría imposible si la oposición no avala su desembarco en el Ministerio Público.

Hasta aquí, el peronismo sostuvo que si Weinberg atraviesa sin dificultades la audiencia pública, podría apoyarla. Sin embargo, la jueza ya recibió algunas impugnaciones resonantes. La principal, presentada por el diputado del PJ-Frente para la Victoria Rodolfo Tailhade se vincula con una revelación de El Cronista.

Weinberg recibió honorarios privados mientras era jueza de Cámara en la Ciudad de Buenos Aires, algo que los magistrados porteños tienen prohibido, y no los declaró; según prueba una comunicación del Tribunal de Apelaciones de la ONU, que la jurista integró entre 2009 y 2016, en superposición con sus tareas en la Justicia de la Ciudad.

La información confirmada por la ONU surgió en el marco de la discusión en la Legislatura y en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad, cuando Weinberg era candidata a presidir el Tribunal Superior porteño, cargo que detenta en la actualidad.