La Legislatura porteña aprobó ayer la ley que exime del pago del impuesto sobre los ingresos brutos (IIBB) a las empresas Aysa y Metrogas, hasta finalizar el ejercicio fiscal 2018, a fin de amortiguar el impacto de la suba de tarifas de esos servicios en las boletas de los usuarios.

La iniciativa, impulsada por el Ejecutivo porteño, fue sancionada durante la sesión ordinaria con 52 votos positivos de los bloques Vamos Juntos, Unidad Ciudadana, Suma+, Peronista, Socialista y Mejor Ciudad; tres en contra de la bancada Autoderminación y Libertad y el Partido Obrero, y dos abstenciones del Partido de los Trabajadores Socialistas.

El debate se extendió por más de dos horas en el recinto de sesiones, donde los diputados de la oposición coloraron en el frente de sus bancas unos carteles con la leyenda No al FMI.

Puntualmente, la propuesta establece que durante el 2018 no paguen ingresos brutos las empresas prestadoras de servicios públicos de agua y gas, medida que comenzará a regir una vez que sea promulgada por el Ejecutivo y aplicada por ambas empresas con el fin de que los porteños vean reflejada la quita en las facturas.

Según el articulado, la exención no alcanzará a las actividades financieras y los servicios de financiación, así como a otras actividades no relacionadas con la prestación de los servicios públicos y "sólo será procedente si dicha liberalidad impacta directamente en las tarifas cobradas a los usuarios".

La medida fue anunciada semanas atrás por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, conjuntamente con la distribución de unas 500.000 lámparas led, lo que demandará a la Ciudad un costo fiscal de $ 1500 millones entre ambas acciones.

La presidenta de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, la diputada Paula Villalba, destacó que "el proyecto pretende alivianar el alza de las tarifas de los servicios públicos, mediante una propuesta activa con resultados directos sobre el problema".

Por su parte, el diputado del oficialismo Claudio Cingolani consideró que "llegamos a este cuadro de situación por el descalabro en el que nos sumieron, con retrasos tarifarios orquestados desde el poder. Ningún país crece genuinamente si no produce energía y de calidad".

"Ellos no sólo destruyeron la matriz energética, sino que tampoco hicieron cloacas ni caminos para los argentinos, porque se lo robaron. Hubo un festival universal de subsidios para todos y todas beneficiando a los más ricos de Recoleta y Barrio Norte", fustigó.

En respuesta, el diputado Mariano Recalde, de Unidad Ciudadana que acompañó la votación señaló que "no es cierto que los subsidios que se destinaban a la población fueran elevados. Y no lo dice un kirchnerista, lo dice el propio Fondo Monetario Internacional al que ahora vuelven a someternos".