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El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó este jueves el dato que mide la distribución del ingreso en la Argentina, que reveló una doble realidad: por un lado, una mejora de la desigualdad respecto de un año atrás, pero por el otro, cuando la comparación es contra el trimestre anterior, desmejoró, partiendo de un estancamiento desde el segundo semestre 2024, periodo a partir del cual se mantuvo en un nivel similar.
El coeficiente de Gini, que evalúa la disparidad del ingreso per cápita familiar, fue de 0,435 en el 1° trimestre de 2025, un 0,005 más respecto al último trimestre de 2024, cuando el valor fue de 0,430. En el mismo trimestre de 2024 el valor fue de 0,467, lo que muestra una disminución de la desigualdad en la comparación interanual.
Asimismo, la evolución de la distribución del ingreso mostró que entre enero y marzo de este año, el 10% de la población con mayores ingresos percibe 15 veces más que el 10% más pobre.

Del informe se desprende que el 10% de la población con mayor ingreso per cápita familiar concentró 32% del total del ingreso en el primer trimestre de 2025, es decir, 15 veces más que el 10% con menor ingreso.
Los resultados del primer trimestre de 2025 correspondientes a los 31 aglomerados urbanos que releva la EPH registraron además que:
- El ingreso promedio per cápita del total de la población, que corresponde a 29.847.123 personas, alcanzó los $541.198, mientras que la mediana del ingreso per cápita fue de $397.500.
- El 62,5% de la población total (18.650.087 personas) percibió algún ingreso, cuyo promedio es igual a $855.714 (cuadro 3). Analizado según la escala de ingreso individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) fue de $290.260; el del estrato medio (deciles 5 a 8), de $794.063; y el del estrato alto (deciles 9 y 10), de $2.110.001

Nivel de ingresos de la población ocupada y asalariada
En cuanto al nivel de ingresos de la población ocupada, se registró un ingreso promedio de $ 814.335 y un ingreso mediano de $ 650.000, equivalente al límite superior de ingresos del decil 5, bajo el cual se sitúa el 50% de las personas ocupadas.
El ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población, ordenada según ingreso de la ocupación principal, fue de $291.956. El ingreso promedio del estrato medio (deciles del 5 a 8) fue de $792.058, mientras que el ingreso promedio de los deciles 9 y 10 fue de $1.903.918.
En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 77,9% de los ingresos totales, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 22,1% restante.

El peso de los ingresos no laborales fue mayor para los deciles de ingreso total familiar más bajos, que fueron 61,2% en el primero y 12,3% en el décimo.
Respecto a la relación de dependencia de los hogares, la cantidad de personas no ocupadas fue de 125 por cada 100 ocupadas, mientras que la cantidad de no perceptoras de ingreso fue de 60 por cada 100 perceptoras. Esta relación es mayor en el caso de los deciles más bajos.
Como último dato a destacar, el ingreso promedio de la ocupación principal de las mujeres fue 27,8% menor al de los varones en el 1° trimestre 2025.Hay que remontarse al mismo periodo de 2022 para ver una brecha similar.

Desigualdad: se amplía las brechas entre los sectores altos y bajos
La agencia estadística oficial muestra que, pese al repunte de la actividad económica registrado durante el inicio del año, la brecha entre la población y pobres sigue expandiéndose.
Tal como indicó la consultora LCG, "aun con una menor brecha de ingresos entre deciles extremos, una medida más amplia de distribución de los ingresos como es el coeficiente de Gini indica que el panorama no es tan alentador".
"Subió contra el cierre del año pasado, frenando la baja que venía mostrando en los trimestres previos y se estacionó en valores semejantes a los heredados", señaló LCG, adelantando sus proyecciones para el resto del año.
"Hacia adelante, un mercado de trabajo más deteriorado por aumento de la desocupación y un mayor grado de informalidad, en paralelos con ajustes en la asistencia social y salarios moviéndose en línea con la inflación, hacen pensar que los indicadores de desigualdad no seguirán mejorando al ritmo previo", advirtieron.
Disparidad en el consumo: ¿un reflejo de una mayor desigualdad?
Hay otro debate en curso: la hipótesis de que este escenario es un reflejo de una dinámica del consumo. En este sentido, Daniel Schteingart, investigador de Fundar, mostró cautela y explicó que el coeficiente de Gini no tuvo grandes cambios en 2024 y que tampoco hubo evidencia de que la inflación de los pobres haya sido más alta que la de los ricos.
Schteingart hizo una aclaración y planteó una mirada diferente con dos planteos: por un lado, que el consumo de bienes durables crece tanto en sectores de altos ingresos como de ingresos medio-bajos.
Por otro lado, que al consumo de alimentos "no le va tan mal como se deriva de mirar supermercados. Hay evidencia clara de que el consumo de alimentos se desplaza hacia otros canales (tiendas especializadas, delivery, comidas preparadas, gastronomía, entre otros)".
Según el Gobierno, la pobreza se redujo al 31,7% en el primer trimestre del año
En este marco, el Ministerio de Capital Humano informó que la pobreza en la Argentina se ubicó en 31,7% durante el primer trimestre de 2025. La estadística parte de una proyección del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, en base al informe de Distribución de Ingreso publicado este jueves por el INDEC.
La cartera liderada por Sandra Pettovello destacó que la cifra marca una baja de 23,1 puntos porcentuales respecto al primer trimestre 2024, cuando una proyección del 54,8%.
"De esta manera, gracias a la implementación de políticas económicas que han contribuido a reducir la inflación y estabilizar la economía, la pobreza continúa descendiendo en la Argentina", señaló el Ministerio en un comunicado.

Por su parte, estimaron que la incidencia de la indigencia se ubicó durante el primer trimestre en el 7,3%, después de haber registrado un 20,2% en el primer trimestre de 2024. Esto significaría una caída de 12,9 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior.
Capital Humano señaló que este descenso se produjo por algunos factores clave: por un lado, la implementación que llevó a cabo el Gobierno de las políticas económicas para "equilibrar la macroeconomía y poner un freno a la inflación"; por otra parte, puntualizaron, fue "la focalización de transferencias hacia los sectores más vulnerables, directas y transparentes".

Qué es el coeficiente de Gini
El coeficiente de Gini es un indicador de la desigualdad en la distribución del ingreso.
El coeficiente toma valores comprendidos entre 0 y 1. El valor 0 corresponde al caso de "igualdad absoluta de todos los ingresos" y el valor 1, al caso extremo contrario, donde todas las personas tienen ingreso 0 y una sola persona se lleva el total. Puede calcularse con datos desagregados o agrupados; por ejemplo, en deciles. El INDEC lo calcula con los datos desagregados.
Se lo utiliza, a veces, para comparar la distribución del ingreso entre países o para mostrar la evolución de la distribución del ingreso de un país. Para su cálculo, se toma en cuenta el conjunto de la población, lo que lo diferencia de otros indicadores, como el cociente entre los deciles 10 y 1, que toma en cuenta la diferencia entre los extremos de la distribución.














