La Casa Rosada se mantuvo blindada todo el día por la movilización a Plaza de Mayo en rechazo a la condena de Cristina Fernández de Kirchner. El presidente Javier Milei siguió la jornada desde Olivos, mientras que la titular de Seguridad, Patricia Bullrich, monitoreó el operativo desde la sede ministerial y en Balcarce 50 la actividad se limitó a una reunión de la mesa política de la secretaria de Presidencia, Karina Milei.

La Policía Federal comenzó su tarea desde temprano, luego de que ayer por la tarde se confirmara la prisión domiciliaria de la expresidenta en su departamento en Constitución y, por tanto, la militancia abortó el plan de marchar a los tribunales de Comodoro Py para redireccionar el acto hacia la Plaza de Mayo. A los cortes en las inmediaciones de la Casa Rosada se sumó también el Congreso y su departamento en San Juan 1111.

Tras una semana de miradas al costado, el vocero presidencial, Manuel Adorni, rompió el silencio en una conferencia de prensa por la mañana. "El Presidente dice que el que las hace la paga y la Justicia dijo que la hizo y las tiene que pagar", dijo sobre la condena de la expresidenta.

Se trató de la primera aparición del portavoz desde el retorno de su viaje por Europa la semana pasada. Adorni regresó al país en las vísperas de que se dé a conocer el fallo y en Presidencia amagaron con impulsar una conferencia durante los primeros días, pero optaron por el silencio y ni siquiera trascendió un comunicado oficial. Un tuit de Milei desde Israel ratificando la independencia judicial y desmintiendo el famoso "pacto de impunidad"; eso fue todo lo que habían dicho hasta hoy públicamente.

Según pudo saber El Cronista de fuentes libertarias, se trató de una decisión adrede y consensuada entre todas las aristas del seno gubernamental: mantener cautela. El único que se distanció de esa línea fue el diputado José Luis Espert, el candidato de Milei para octubre en la provincia de Buenos Aires: "No sé si eso nos va a ser muy útil", evaluaron dentro del armado, luego de que sus insultos hacia la familia de Cristina generaran revuelo en la militancia. "No es lo que piensa Milei", se distanciaron.

El escenario en la provincia, cerca del cierre de listas, también se puso sobre la mesa: "A nosotros nos da lo mismo tener enfrente a Cristina. Donde haya un candidato que sea la degradación de la Argentina, que represente la corrupción o un estado soviético o cubano al que no estaban llevando, del otro lado vamos a estar nosotros con la mejor propuesta y el mejor candidato", agregó Adorni.

La incertidumbre política por la acefalía del peronismo es lo que mantendrá la condena en agenda por un tiempo más. Es un tema que no escapa ninguna conversación política y hasta surgió durante la reunión que mantuvo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con los mandatarios provinciales que visitaron Balcarce 50 la semana pasada: la "inestabilidad" -en el Gobierno lo compararon con una "anarquía"- que se genera en pleno armado electoral dejará definiciones durante las próximas semanas, pero por ahora todo es prematuro. "Falta mucho", disminuyen cerca del Presidente.

El Gobierno tiene que definir qué candidato poner en la Tercera Sección, donde pensaba presentarse la expresidenta presa antes de que quedara inhabilitada a ejercer cargos públicos, mientras que el PJ por ahora mantiene una unidad impensada. "Se movilizan pero después en el cierre de listas se matan", aseguró una fuente karinista en diálogo con El Cronista. "El peronismo se unifica por la victoria, no en el llano", consideró un alto asesor del Presidente, en este sentido.

En la cúpula libertaria se habían entusiasmado con poner del otro lado a un referente joven, un "outsider" que represente la antítesis de Cristina; un "hijo de la década ganada". Ahora, sin ella, deben resetear esa estrategia, mientras se mantienen expectantes a la decisión del PJ. De todos modos, un alto asesor del Presidente evaluó ante este medio que sin ella en la boleta los votos no podrán transferirse y ninguno medirá tanto como Cristina, por lo que se ilusionan con empoderarse en el bastión históricamente peronista.

La decisión la tomará Karina Milei, dueña de la lapicera violeta, quien por la mañana recibió al clan Menem -Eduardo "Lule" y Martín, presidente de la Cámara de Diputados-, a Francos, el secretario de Interior, Lisandro Catalán, y el asesor presidencial Santiago Caputo. La mesa política, que es habitual, cobró especial relevancia en medio de la movilización de la militancia peronista en las afueras de la Casa Rosada.

Por su parte, el jefe de Estado se quedó en la Quinta de Olivos mientras que Bullrich, la protagonista de la jornada por el protocolo antipiquetes, se quedó en Gelly y Obes, la sede del Ministerio de Seguridad, para controlar el operativo. Según fuentes de la cartera, estiman que la tropa peronista logró reclutar a 40.000 personas; aunque desde los sectores de la militancia difunden números mayores.

"Hoy es un día de trabajo, donde el país tiene que producir. Es el intento de la tiranía de la calle. Acá hay una decisión de la Justicia, en varias instancias, de llevar adelante una investigación que terminó con un procesamiento y una condena a Cristina Kirchner", defendió Bullrich en declaraciones que dio a la prensa desde el Ministerio. Al mega operativo en el microcentro se sumó que le descontarán el día a los empleados estatales que hayan adherido al paro.