

El presidente Mauricio Macri estuvo hoy en Puerto Libre, un centro de día para jubilados que se ubica en San Isidro, y compartió escenario con el intendente de la localidad, Gustavo Posse, y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Con el típico escenario montado en el medio, y rodeado de sillas, primero fue el turno de Posse, que presentó a Vidal, y les pidió a los adultos presentes que, ante los saludos que estaba recibiendo, la dejaran pasar. "La van a desarmar toda", bromeó el jefe municipal.
A su turno, la gobernadora Vidal agradeció las muestras de cariño y les dijo: "Es como si hubiera pasado por una farmacia y me hubieran dado una inyección de energía".
También se refirió al conflicto abierto con los docentes por la paritaria, y allí indicó que es necesario "que dejemos de lado nuestra mezquindad, nuestra pequeñez, que nos sentemos todos alrededor de una mesa".
"Vamos a hacer lo que nos corresponda, no lo que nos corresponda. Y en ese camino vamos a dejar todo", remarcó.
Momentos después presentó al presidente Mauricio Macri, y les pidió: "Llenenló de besos y abrazos en todo el camino".
El mandatario apareció detrás de las sillas, y como una estrella de rock se abrió paso entre la gente. En el trayecto que recorrió hasta llegar al escenario, recibió saludos por parte de los adultos que allí se encontraban.
"Cómo andan chicas, están tremendas. Me desarmaron todo. Juliana (Awada) llega a ver los besos que me dan se va a poner muy nerviosa", broméo.
Inmediatamente después habló de la "reparación histórica", de la que aseguró que "avanza" y que "está llegando a un millón de jubilados". En la primera fila se podía ver a Emilio Basavilbaso, el titular de la Anses.
Después de eso hizo pasar al escenario a dos jubilados, uno de los cuales, Julio de 99 años, le dijo que lo admiraba mucho y que "olvidemos los malos momentos. Los 17 años de perjurio y abandono".













