En plena apertura comercial, el sector importador atraviesa múltiples desafíos, producto de una dinámica compleja en el consumo, con rubros en alza y otros en contracción, lo que exige un exhaustivo control de costos para ofrecer precios competitivos.
Aunque el primer cuatrimestre de 2025 cerró con un notable crecimiento interanual del 35,7% impulsado por mayores cantidades, las cifras más recientes muestran una caída intermensual del 1,2% en la importaciones en junio y una baja del 0,6% en el acumulado anual.
Esta tendencia, responde por un lado al salto del dólar que dejó de ser "barato" para traer bienes del exterior y, a la par, a la falta de repunte del consumo con una economía donde comienzan a prevalecer señales de agotamiento.

Las ventas minoristas pymes cayeron 2% interanual en julio y 5,7% frente a junio, según CAME. Esta baja se suma a una caída interanual del 0,5% en junio, lo que pone en evidenciando un mercado que no termina de despegar con niveles de stock que crecen por encima de la demanda.
Los desafíos logísticos y de pago
En este escenario, los importadores enfrentan múltiples desafíos para mantener la rentabilidad. Uno de los mayores retos, según Gabriel Salomón, director comercial de Jidoka, es la posibilidad de que la mercadería quede retenida en la Aduana, lo que genera costos adicionales y demoras.
A esto se suma el desafío del pago anticipado, especialmente para bienes de capital. Adrián Montero, Business Development Manager de Interborders, señaló que este esquema exige a las empresas abonar un porcentaje inicial de la compra para que el proveedor comience la producción, y el saldo se paga al momento del embarque. Si bien nuevas regulaciones buscan simplificar este proceso, las condiciones varían según el tipo de bien y el perfil de la empresa.
Productos con beneficios impositivos y la importación simplificada
Para impulsar ciertos sectores, el gobierno ha establecido beneficios impositivos en la importación de una serie de productos. Entre ellos, Montero destacó:
Tecnología: accesorios, partes y repuestos de computadoras y equipos electrónicos.
Salud: productos críticos para diagnóstico y tratamiento que no se fabrican localmente.
Hogar e industria: griferías, herramientas, bicicletas, pelotas de tenis y calefactores.

Además, se ha simplificado el ingreso de productos para uso personal sin fines comerciales, como indumentaria, tecnología y alimentos no perecederos. Sin embargo, estos envíos están sujetos a límites de valor y peso (no pueden superar los u$s 3000 ni los 50 kg).
Tips para importar
Para optimizar las operaciones y mitigar riesgos, Salomón recomendó a las empresas importadoras una serie de consejos:
• Planificación anticipada: Comprar con 4 a 6 meses de antelación para evitar la saturación de aduanas y asegurar la disponibilidad de stock.
• Estudio de costos previo: Realizar un análisis profesional antes de concretar cualquier importación.
• Operativa integral de comercio exterior: Considerar la tercerización en estudios especializados que gestionen todo el proceso, desde la fábrica de origen hasta la entrega al cliente final.
• Diversificación de proveedores: No depender de un único fabricante para reducir riesgos de suministro.
• Contratos claros de logística: Definir con precisión las responsabilidades en caso de demoras y fletes.
• Seguro de carga: Imprescindible para productos de alto volumen y bajo margen, protegiendo la inversión ante imprevistos.
• Estrategia financiera: Aprovechar herramientas como la Zona Franca La Plata para diferir el pago de impuestos y liberar stock de forma escalonada, mejorando la liquidez y la rentabilidad.
Entre los tips para aprovechar la apertura comercial pero superar los costos internos, Salomón apuntó a la planificación estratégica y el uso inteligente de las herramientas disponibles: "son clave para que las empresas importadoras capitalicen la demanda estacional y minimicen los riesgos asociados a la operatoria de comercio exterior en Argentina".














