El Banco Central (BCRA) arruinó ayer por escrito los planes del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y condicionó a las cerealeras que pensaban acudir a créditos en el exterior de prefinanciación de exportaciones para suscribir Baade por u$s 500 millones. La comunicación A 5847 del BCRA desterró la posibilidad de generar un mercado secundario con esos bonos, algo reclamado por las empresas para hacer una diferencia cambiaria.

La norma, para el Central, reglamenta la posibilidad de que las empresas tomen deudas para comprar Baade, como proponían las cerealeras. Pero, en rigor, desalienta el negocio, al desarticular la posibilidad de negociar esos bonos a un precio de contado con liquidación. Ataca así el punto neurálgico de las negociaciones que mantenía Moreno con las exportadoras.

Las cerealeras negociaban con el secretario la suscripción del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade), el instrumento destinado a inversiones que formó parte del blanqueo. Las exportadoras mantuvieron reuniones con el secretario de Comercio Interior y con su par de Política Económica, Axel Kicillof. Para suscribir u$s 500 millones, pidieron al Gobierno generar un mercado secundario para los Baade.

En otras palabras, propusieron tomar créditos en el exterior de prefinanciación de exportaciones en dólares para suscribir Baade y luego vender esos bonos en el mercado, en pesos, a un dólar de contado con liquidación, que ayer era de $ 9,10. Tres fuentes oficiales, un directivo de una cerealera y un corredor de granos lo confirmaron.

Las negociaciones estaban avanzadas. La semana pasada, las empresas habían acercado a Moreno un borrador con su propuesta, algo así como el texto de una resolución que legalice la operación. Según las cerealeras, Moreno deslizó que la medida era un hecho. El Cronista intentó comunicarse con el despacho del secretario, pero no tuvo respuesta.

Para el Central, esa operatoria rozaba lo escandaloso. De convalidarla, hubiera favorecido a las cerealeras Cargill y Bunge & Born, entre otras, con una renta financiera de más del 50%, porque hubieran cambiado los dólares a $ 9,10 para pagar los granos y oleaginosas al tipo de cambio oficial, de $ 5,86. El Gobierno hubiera dispuesto un desdoblamiento cambiario para un puñado de empresas por u$s 500 millones. Lo que hace la norma es impedir un negocio, confió una fuente oficial.

La norma publicada ayer oficializa la posibilidad de comprar Baade con créditos del exterior, pero la desincentiva por completo. Obliga a los que suscriban Baade con crédito externo a conservar el bono hasta su vencimiento o a venderlo contra dólares, nunca contra pesos. Los dólares obtenidos, además, deberán ser liquidados en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) antes de los 10 días posteriores a la venta del título. Así, confió una fuente oficial, se restringe el negocio financiero a una suerte de dolar linked: la tasa del 4% anual que paga el Baade más la devaluación.

Al mismo tiempo, la comunicación A 5847 establece que los financiamientos ingresados del exterior deberán ser a plazos de vida promedio considerando capital e intereses, no menores a tres años, el mismo plazo del Baade. Las prefinanciaciones de exportaciones, que explican casi la totalidad del crédito externo, tienen una vida promedio de apenas seis meses.

Así, la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont desarticuló de antemano la jugada de Moreno, concentrado en lograr que empresarios suscriban al Baade a como dé lugar para fortalecer las reservas. Hasta el momento, la suscripción al bono es de escasos u$s 50 millones. El grupo Bridas, de los hermanos Bulgheroni, acordó adquirir bonos por otros u$s 500 millones con dinero que tienen en el exterior, siempre que una norma aclare que se trata de plata declarada. A 18 días del anuncio, la operación no se concretó. Cinco empresas que cobrarán los juicios que ganaron en el Ciadi comprarán bonos por u$s 67 millones.

Dos contra uno

En el Gobierno hay visiones encontradas y vienen desde el comienzo mismo del blanqueo, describió una fuente oficial. Los dólares que se ingresan no pueden tener dos funciones: una cosa es que los uses para reactivar la economía y la producción, y otra es que los uses para crear un mercado cambiario paralelo, agregó. El directorio del BCRA votó la norma por unanimidad, por lo que contó con el aval del hombre de Kicillof en el banco, Pablo López.

Pero el golpe del Central a Moreno fue doble. El BCRA firmó un convenio con las cerealeras para que vendan en los próximos días u$s 600 millones e ingresen otros u$s 2.000 millones de aquí a fin de año. Las empresas, indicaron en el Central, habían dejado de financiar exportaciones con créditos del exterior y pasaron a hacerlo en pesos, por lo que dejaron de ingresar al país unos u$s 2.000 millones. Ahora volverán a tomar préstamos afuera y fortalecerán las alicaídas reservas.