"La semana que viene se define todo", esbozó un funcionario cercano al presidente Javier Milei este lunes ante El Cronista, en alusión a los cambios que se efectuarán en el Gabinete después de las elecciones del 26 de octubre. Mientras tanto, en la semana preelectoral que vivirán los ministros asoma incertidumbre y un silencio tenso, puesto que nadie se anima a preguntar: ¿Dónde va a firmar Santiago Caputo, el asesor presidencial?
Luego de que el jefe de Estado declaró en una entrevista radial que planea integrarlo como miembro oficial del Gabinete, floreció una sensación de inestabilidad que sacudió a todas las áreas ministeriales. "Nadie le pregunta nada, no me atrevo a especular. Es un tema que decidirá él, realmente no sabemos", se confesó ante este medio un funcionario de alto rango que controla un área intocable.
Es decir, hasta los que no tienen riesgo de fuga se muestran inquietos por la decisión de Milei de sumar a Caputo. Del otro lado, tampoco hay certezas de que el asesor estrella vaya a aceptar el rol que le ofrezca Milei. Según una fuente del riñón de Caputo, él no quiere ningún cargo, pero lo hará si el Presidente se lo pide.
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, es la primera interesada en que eso se efectúe. Como contó El Cronista, ella ya lo había apurado, en una conversación un tanto acalorada, que si quería tener mayor poder de decisión, que sea jefe de Gabinete. Esa silla, que hoy maneja Guillermo Francos, fue la primera apuntada como posible lugar para Santiago Caputo.
Su rol de acercamiento con los gobernadores, recientemente habilitada también por el propio Milei para voltear los planes opositores en el Congreso, y su incidencia en las decisiones de gestión durante los últimos años lleva a pensar que es la opción más poderosa. Se trata de un rol institucional adoptado del sistema parlamentario europeo que, con Santiago Caputo, por lo menos se desvirtuaría.

Fuentes del entorno del asesor más de una vez cuestionaron el papel de Francos: "Hay que ver si está desgastado", consideraron ante El Cronista en medio del auge por el acuerdo con el Tesoro de los Estados Unidos, en el cual Caputo tuvo un rol central.
La interna con el jefe de Gabinete se disparó como un rayo cuando el propio Francos criticó, en una entrevista hace unas semanas, el hecho de que Caputo no asuma responsabilidad en la toma de decisiones. Las declaraciones del funcionario fueron previas a que Milei diga públicamente que planea darle un lugar formal al asesor. "Hay dirigentes que asesoran pero no ponen la firma para asumir responsabilidades", había dicho en Infobae En Vivo.
Como antesala, pegaron las presentaciones judiciales por el decreto que suspendió la ejecución de la Ley de Emergencia en Discapacidad por decisión del equipo de Santiago Caputo. La firma es del jefe de Gabinete, quien está facultado para reasignar esas partidas, y además es a quien el Congreso busca castigar con la moción de censura.
Desde el entorno de Francos relativizaron siempre las versiones de su salida y algunos advierten sobre la posibilidad de que ya esté saturado por la interna, que incluso hasta en su entorno familiar esperan con ansias el día que se retire de la política, pero desde el Congreso muchos dialoguistas lo defienden como uno de los interlocutores clave con el Ejecutivo y por eso no colaborarán con su destitución.

Hay más carteras en juego. La primera es la Secretaría de Comunicación y Medios que dejará Manuel Adorni, legislador electo por la Ciudad de Buenos Aires: todo indica que asumirá en su lugar Javier Lanari, su mano derecha, aunque quién ocupará el rol de vocero aún es una incógnita. Además de Seguridad y Defensa, que se encontrarán naturalmente acéfalas por las candidaturas de Patricia Bullrich y Luis Petri, otra área que siempre pendió de un hilo es Justicia y, la novedad, Cancillería.
Desde el "desafortunado" comentario de Donald Trump que sacudió los mercados en la conferencia de prensa en la Casa Blanca con Milei presente, los libertarios salieron a cuestionar en redes el rol de Gerardo Werthein y se multiplicaron las especulaciones en el entorno gubernamental. "Está molesto por el destrato", aseguraron en Balcarce 50. Quien salió a hablar de su salida fue el periodista Luis Majul, en LN+.

El hecho es que en Estados Unidos pidieron que Santiago Caputo sea el representante de la Argentina en el país norteamericano, y su rol como interlocutor internacional, con cercanía incluso al asesor de Trump, Barry Bennet -quien visitó la Casa Rosada hace unas semanas-, podría considerarse como un nuevo rol oficial.
Sin embargo, lo cierto es que el asesor dirige la Agencia de Recaudación Aduanera (ARCA), la Secretaría de Inteligencia (SIDE), la Procuración del Tesoro, la Secretaría de Legal y Técnica y el manejo de las empresas públicas, entre otros lugares clave: Caputo, desde su lugar de asesor, se transformó en un pulpo de control que no podrá mantener si fuera ministro de Relaciones Exteriores.

Pero como Francos se volvió imprescindible para mantener equilibrio en medio del caos por la interna y además es aclamado por el establishment, en el Gobierno tampoco lo ven de salida oficial. ¿Podría Francos ocupar el lugar de Canciller si no? ¿Si Caputo asume como jefe de Gabinete, Lisandro Catalán se mantendría como ministro del Interior? Muchas preguntas, ninguna respuesta.
Todo indica que la opción más viable, en toda la ensalada de factores, es que Milei le cree un ministerio aparte a Caputo. En Casa Rosada ya advierten que el mismo lunes 27 de octubre, una vez que se conozca el resultado electoral y se pueda prever una estrategia más clara sobre cómo seguir en el segundo tramo de gestión, ya pueden empezar a haber decisiones reflejadas en el Boletín Oficial.
En el medio del rediseño político de gestión también está el PRO, que delinea la estrategia de acercamiento con Milei a través de Francos y pese a la rivalidad entre el expresidente Mauricio Macri y Santiago Caputo. Si el asesor gana más control dentro del Gobierno, el desembarco de los posibles funcionarios amarillos se vería relegada, asumen algunos.

Es distinta la sintonía que mantiene Caputo con Cristian Ritondoque la que tiene con Macri, a quien en el Gobierno ven como alguien que mantiene un 80% de imagen negativa. Por caso, los nombres que se barajan desde el entorno amarillo responden principalmente al exmandatario, incluso para la Cancillería, el ministerio de Justicia y el de Seguridad, entre otras áreas de interés de Macri como Transporte y obras.
Una eventual convivencia en el Gobierno entre el macrismo, Santiago Caputo, Karina y el tándem de los Menem, y Guillermo Francos deberá ser medida por Javier Milei, a quien le atribuyen "bajar el martillo" después de las elecciones para poner orden en el caos. Todo dependerá del resultado electoral, puesto que está directamente ligado al margen de amplitud que tendrá la búsqueda por la "gobernabilidad".














