Nunca pierde la calma ni la claridad al hablar, pese a que hace un análisis profundo de la economía argentina. Estudió economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y tiene dos másteres en la Universidad del CEMA, uno en finanzas y el otro en economía.

Esteban Domecq, fundó y es presidente de la consultora Invecq. Además, es director general del Congreso Económico Argentino y de la Exposición Argentina de Economía. En un mano a mano con El Cronista, analizó los desafíos de la economía en los próximos meses, el margen de tiempo que tiene el país para cerrar un acuerdo con el FMI y sobre la suba de precios diagnosticó: "Apuntan contra las consecuencias de la inflación y no contra las causas".

- ¿A qué desafíos se enfrenta la economía durante el verano?

- En el período entre el 15 de noviembre y fines de marzo hay dos temas muy críticos. Uno es el frente cambiario porque el Banco Central no tiene reservas, porque el tipo de cambio oficial se apreció 15% en el año (es mucho menos competitivo que el que teníamos unos meses atrás) y, porque la brecha perforó el 100% y esto aumenta la expectativas devaluatoria. El mercado está viendo que es insostenible tratar de anclar la economía pisando el tipo de cambio con este crawling peg y sabe que va a tener algún tipo de desenlace en los próximos meses. Que se puede agravar si en el medio tenemos una caída de la demanda de dinero. El otro frente que está abierto y necesita una resolución inminente es el frente financiero donde el principal tema a resolver es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), porque Argentina no tiene los dólares que se requieren para poder afrontar los vencimientos del préstamo stand by tomado en el período anterior.

- El Gobierno intenta apurar el debate del Plan Plurianual para que salga la restructuración, ¿Cuánto margen de tiempo tiene?

- La Argentina tiene un horizonte muy corto de tres meses. Para empezar a despejarlo se requiere, por un lado, acordar con el Fondo mediante una restructuración que descomprima el perfil de vencimientos y, número dos, evitar que esta caja cambiaria que está crujiendo tenga algún evento de irrupción cambiaria inflacionaria.

- ¿Por qué la inflación se mantiene alta con tantos congelamientos?

- La estrategia antiinflacionaria del gobierno es una estrategia de represión inflacionaria, ¿cómo funciona? la intenta reducir vía toqueteo de precios. Apuntan contra las consecuencias de la inflación y no contra las causas. Entonces, en ningún momento corrigen los problemas crónicos como el desorden fiscal y monetario.

- Si los congelamientos se intensifican, ¿Cuándo va a haber una corrección de los precios atrasados?

Tarde o temprano hay que corregir los precios relativos y eso es lo que tenemos por delante en los próximos meses. La inflación bajo la alfombra hay que sacarla, por eso la de 2022 tiene un piso de 60%. Cuando uno no ataca desde el punto de vista de la macroeconomía la inflación se genera una enorme dispersión de precios relativos, una carrera muy despareja de precios que es fácil de observar. Si abrimos el 52% de inflación interanual, por ejemplo, el gas en el Gran Buenos Aires aumentó 6% en los últimos 12 meses, la luz 9% y toda la batería de Precios Cuidados entre 25% y 35%. El propio dólar oficial aumentó solo 27% en los últimos 12 meses. Todos los precios reprimidos por el gobierno están avanzando entre 10 y 30%, pero la inflación da 52%. Implica que hay un montón de precios de la economía que están creciendo mucho más arriba, entre el 60% y el 80% como medicamentos, materiales construcción, bebidas, carnes. Esto da cuenta de un proceso de inflación quebrado en dos, en el cual los precios líderes viajan en la zona del 60 y 90%, los precios reprimidos en la zona del 10 y 30%, el promedio marca 52%.

- Si analizamos la última década cada vez los regímenes inflacionarios vienen aumentando. ¿Los Gobiernos necesitan estos altos regímenes de inflación?

- La inflación es la válvula de ajuste de una macroeconomía que no cierra. No es que lo necesitan, es que no les queda otra. Como los gobiernos no pueden resolver el problema fiscal que es la madre de todas las batallas, el corazón del desajuste macroeconómico, la única manera de resolver éste desequilibrio es con inflación. Y una inflación que viene en aumento. La inflación promedio de 2018 y 2019 cuando estaba saltando el tipo de cambio y ajustando las tarifas era una inflación de 50%, hoy argentina tiene 52% de inflación pero con dólar atrasado. Esto habla de que argentina

-Dijiste que es muy difícil seguir anclando el tipo de cambio, ¿Es inevitable una devaluación?

- Hay poco espacio para evitar un salto discreto del tipo de cambio. Básicamente porque no tenés reservas para financiar este nivel de tipo de cambio real. Hoy tenés un mercado cambiario que quedó funcionando en función a los ingresos que genera la economía. Tenés una balanza comercial superavitaria, pero cuando descontás la balanza de servicios, los pagos de intereses y los pagos de utilidades, ese superávit es mucho más chico. Y junto a una cuenta financiera deficitaria el Banco Central está en una zona de reservas cercana a cero.

-Pero el Gobierno niega que vaya a haber un salto del tipo de cambio...

- Lo que pasa es que hay un tema de expectativas y de anclaje. A lo largo de la historia ningún Ministro anticipó una devaluación porque cuando lo dicen la devaluación es inminente. Entonces, es cierto que el equipo económico está intentando evitar la devaluación. Ahora, acá la que devalúa es la propia macroeconomía porque no puede soportar este nivel de tipo de cambio real, está brecha, esta inflación.