Mientras se distribuyen las vacunas, en las últimas cuatro semanas la curva de casos diarios de Covid-19 aumentó de manera sostenida en las grandes ciudades del país. En paralelo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró la semana pasada que el Gobierno nacional espera un rebote del Producto Interno Bruto (PIB) del 7% como base para este año, luego de la caída de 9,9% en 2020. De cumplirse, será la cifra más alta en la última década, luego del crecimiento de 6,2% del PIB en 2011, pero ¿impactará en el bolsillo?

Luego de la apertura progresiva de actividades que se dio el segundo semestre del año pasado, la actividad económica comenzó a recuperarse de la abrupta caída que tuvo entre abril y junio y, se aceleró hacia el tramo final del año. Así, en el cuarto trimestre el PIB creció 4,5% respecto al período anterior, lo que deja un arrastre de crecimiento para 2021 en la zona de 6%. Es decir, con que la economía se mantenga estancada a niveles de diciembre, el PBI de este año tendrá el mayor crecimiento de la última década.

Las proyecciones de crecimiento para este año de las consultoras privadas se despliegan en un abanico de entre el 6 y el 8% y, hay consenso de que el principal riesgo para que se efectivicen es una eventual segunda ola.

"Más allá de que nosotros no vemos un cierre del tipo que se vio en la cuarentena de marzo y abril del año pasado, porque no hay margen desde el punto de vista de la economía para que se decrete, una segunda ola aunque no implique cierres significativos, podría producir cierres parciales o que la misma población tome comportamientos precautorios y salga o gaste menos", explicó Martín Vauthier, director de EcoGo.

Si no se cumplen las condiciones esperadas, sin duda la proyección de crecimiento económico para la región en torno al 7% en 2021 podría disminuir y modificar la mayoría de los planes del Gobierno nacional, dado que muchas de las políticas de estímulo económico como el IFE o el ATP ya finalizaron y el Presupuesto no las contempla Para este año.

Para el economista Andrés Borenstein, la economía debería crecer en torno a 7%, teniendo en cuenta la dinámica positiva al comienzo del año, pero "casi con la certeza de que habrá restricciones de algún tipo, aunque, luego de la mega cuarentena del 2020 vemos pocas chances de un cierre total. Pero sí cierres parciales que en definitiva van a tener un perjuicio sobre el nivel de actividad y la recuperación será más amarreta".

El impacto del derrumbe de la actividad del año pasado en el bolsillo de cada trabajador fue disímil según el sector. En el caso de quienes trabajan en restaurantes y hoteles las bajas promedio del total producido fueron de 50%, lo que generó cientos de cierres de establecimientos en muchos casos. Otro de los rubros más golpeados, que también se verá muy afectado ante próximos cierres fue el de actividades de servicios comunitarios, sociales o personales, que cayó casi un 40%.

La consultora Consultatio Plus calculó que el impacto sobre el PIB podría ser de entre el 0,5% y el 1,5%, de incrementarse los contagios. Para el presidente de la consultora Wise, Walter Morales: "Si hubiera un mes de cuarentena implicaría una reducción del crecimiento proyectado del 2%".

Además del aumento de casos por la pandemia, alertan que un segundo riesgo que podría influir en el crecimiento es la tensión en el mercado cambiario. "Si no se logra resolver la situación en el mercado de cambios en los próximos meses, la tensión se podría trasladar a presión cambiaria a través de la brecha y eso a la inflación", alertó Vauthier.

Y, agregó que el cepo tan duro, que incluye restricciones a las importaciones genera problemas en las cadenas de suministros, que también se filtran a la inflación como se vio en los precios mayoristas de febrero que escalaron a 6,1% según el Indec. "Así es difícil que la economía muestre crecimientos sostenidos en el mes a mes a partir del segundo trimestre del año y a medida que se acerquen las elecciones y crecerá la incertidumbre y será difícil que este crecimiento se note en el bolsillo aunque estadísticamente sea alto".

El partido que le toca jugar a nuestro país hacia adelante según los especialista, para que el rebote se transforme en crecimiento sostenido -en una economía que está en recesión desde 2018- es a través de un programa económico consistente que encare el vértice fiscal, el monetario y financiero, para sobre todo recuperar la previsibilidad hacia adelante.