

El oficialismo se preparaba anoche para aprobar en la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto 2015, que la oposición cuestionó durante toda la tarde en duros términos. Aún así, el Frente para la Victoria descontaba lograr más de 130 votos a favor de la iniciativa, que será convertida en ley en las próximas semanas en el Senado.
La sesión, extensa y monótona, arrancó al mediodía. A diferencia de los últimos miércoles, el oficialismo no necesitó buscar el quórum dado que parte de la oposición colaboró al número para iniciar el debate del proyecto que luego denostó.
"Hay que hacer un esfuerzo para presupuestar tan mal", se quejó Martín Lousteau, de UNEN. El diputado se enfocó en las diferencias entre los últimos presupuestos y los números que finalmente se verificaron. "Es la única vez que veo un Estado de Bienestar insostenible a pesar de los recursos récord de toda la historia argentina", aseguró, respondiendo con ironía a un concepto que había expresado el kirchnerista Roberto Feletti.
Por el Frente Renovador, Darío Giustozzi también hizo hincapié en el contraste entre el último presupuesto oficial y lo que finalmente sucedió y reclamó aprobar la Asignación Universal por Hijo (AUH) por ley. "Este presupuesto ¿incrementa el gasto social o el clientelismo? Si no actualizan la asignación por ley de manera automática, son partidas que finalmente van a programas de dudoso resultado", enfatizó.
En una línea similar, la líder del GEN, Margarita Stolbizer, advirtió que el proyecto oficial "ahonda la deuda social que la Nación tiene con la población". Claudio Lozano, de Unidad Popular, abonó esa idea. "El dibujo que nos traen promueve la devaluación, deprime el consumo popular, profundiza la recesión y estimula la inflación", advirtió.
Todos apuntaban a la defensa que había hecho Feletti del Presupuesto, al que definió como prueba de una "política fiscal consistente con las necesidades sociales e infraestructura de la Argentina". Fue en ese marco que el diputado oficialista habló de la construcción de un "nuevo Estado de Bienestar" protector del "ciudadano independientemente de su condición de empleo".
Desde otro ángulo, el macrista Federico Sturzenegger cuestionó los llamados superpoderes del jefe de Gabinete, que lo autorizan a modificar partidas presupuestarias sin pasar por el Congreso. "Los diputados ni van a la comisión a discutir, ya que lo que discutan ahí no se sabe si después no será modificado", lamentó.
Le salió al cruce el camporista Juan Cabandié, quien se enfocó en el presupuesto porteño para responder las críticas. "Lo más llamativo de esto es escuchar a algunos diputados del PRO hablar de presupuesto dibujado cuando son los campeones de los dibujantes. En la Ciudad dicen que van a hacer una cosa y hacen lo contrario", remarcó.
En ausencia del titular del cuerpo, Julián Domínguez, la sesión estuvo presidida por la aliada kirchnerista Norma Abdala, quien dejó su puesto apenas algunos minutos a lo largo de las más de 10 horas que llevaba el debate al cierre de esta edición. Fue el único tema al que el oficialismo prestó atención. Si ella se hubiera ausentado más de la cuenta, la radical Patricia Giménez habría quedado a cargo del debate y el Frente para la Victoria no quería imprevistos.













