

Fue una de las grandes sorpresas en las últimas elecciones PASO en la provincia de Santa Fe. Aunque el grueso de la atención se concentró en la disputa entre Maximiliano Pullaro y Carolina Losada, como las fichas locales de los presidenciables de Juntos por el Cambio -Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich-, hubo una disputa paralela por la intendencia rosarina en la que solo dos rivales clasificaron para disputarla en generales: el actual jefe comunal, Pablo Javkin, y el elegido de Juan Grabois,Juan Monteverde, que dio el batacazo local.
Para el candidato de Ciudad Futura, Juan Monteverde, desbancar al histórico candidato del peronismo en Rosario en elecciones pasadas, Roberto Sukerman -enrolado en La Corriente, la línea federal de Agustín Rossi-, marcó un giro a nivel local enla alianza de "Juntos Avancemos". En una interna en las antípodas de la batalla provincial que plantearon Pullaro y Losada, el duelo entre ambos se saldó por 11 puntos de diferencia y una rápida foto en redes que cerró cualquier disputa.
Por fuera de las estructuras tradicionales, Ciudad Futura es un espacio político que, acorde a Monteverde, aporta una "bocanada de aire fresco a la política nacional". Se fundó hace diez años y hoy constituye una de las patas principales del frente "Rosario sin miedo", una coalición que reúne al Frente Patria Grande, el Movimiento Evita y a diferentes sectores sindicales y sociales.
En dialogo con El Cronista, el referente expresa que su camino en la militancia comenzó en la rivera de la crisis económica e institucional del 2001. La oportunidad de hoy surgió por no sentirse identificado con ningún espacio político, pero querer generar un cambio. "Antes de construir 'Ciudad Futura', construimos nuestros propios movimientos sociales porque no nos sentíamos representados", confió.
Monteverde piensa, traza y ejecuta sus proyectos en base a una premisa: "Hay que acercar el poder de toma de decisiones a esos lugares donde esas decisiones tienen impacto". Por eso recalca que su espacio no es partidario, que "Ciudad Futura", con cinco bancas ganadas en el Concejo municipal y siendo uno de los bloques más grandes, forjó su apoyo y su compromiso social de forma autónoma.
Hoy, el licenciado de Comunicación Social de 38 años se puso un objetivo central: romper con la hegemonía del socialismo en la ciudad más importante de la provincia.
-Su espacio forma parte de un frente que integra la fuerza del precandidato a Presidente Juan Grabois, ¿se siente identificado o es una concepción centralista?
-Nosotros creamos un espacio nuevo que está por fuera de la dinámica de la política nacional para priorizar la realidad que vivimos en Rosario. Hay una lógica muy destructiva de la política nacional, donde parece que todo se tiene que medir según los intereses de los que gobiernan el centro del poder. Los candidatos presidenciales van visitando las provincias como si fuera un juego, y la verdad es que la realidad de nuestra ciudad es lo suficientemente compleja y dramática como para subsumir sus intereses a otra disputa. Entonces, muchas veces en las elecciones, parece que somos fichas en el tablero político de otro, y nosotros no somos fichas del tablero político de nadie.
-¿Cómo trascendió la idea "Ciudad Futura" de representar a un sector de la sociedad a convertirse en un bloque mayoritario en el consejo?
-El partido nace de la confluencia de dos movimientos sociales, el Movimiento Giros y el Movimiento 26 de junio. Nos caracterizamos por luchar por dos excepciones muy estructurales de la realidad rosarina: por un lado, la lucha del suelo y la tierra, y por otro, contra la violencia urbana. En 2012, mataron a tres compañeros nuestros de 26 de junio. Ese evento trágico, conocido como triple crimen de Villa Moreno, cambio la forma en que Rosario empezaba a discutir el narcotráfico. En el caso de "Giros", empezamos a militar en Nuevo Alberdi para evitar el desalojo de los vecinos, cuando la propia realidad del barrio nos puso por delante el tema de la disputa por la tierra de los sectores más excluidos que luchaban contra el deseo de los sectores más ricos de construir barrios privados. De esa resistencia, que se da cuerpo a cuerpo en el territorio, a un modelo de ciudad excluyente surge la idea de "Ciudad Futura" como un proyecto alternativo. Luego pensamos, '¿por qué no, construir nuestro propio partido y plebiscitar de alguna forma estas ideas y la lógica de esta construcción en las urnas?'

-¿Cuáles fueron los obstáculos que tuvieron que sortear como partido a lo largo de estos diez años?
-Cuando comenzamos, nos dijeron de que era imposible; que no tendríamos futuro político sino teníamos muchos recursos o un padrino político en Capital Federal, y en el centro del poder una figura que te diga qué tenés que hacer. Sin embargo, juntamos afiliado por afiliado y creamos un partido autónomo que se presentó en las elecciones hasta llegar a lo que es hoy, el bloque más grande en el consejo. Cambiamos la lógica de la cultura política y logramos que una nueva generación pueda tomar las riendas y saldar la deuda de esta democracia.
"Antes de construir Ciudad Futuro construimos nuestros propios movimientos sociales porque no nos sentíamos representados", afirma Juan Monteverde, candidato a la intendencia de Rosario
-¿Por qué motivo se profundizó la crisis de inseguridad y narcotráfico en la localidad y qué controles fallaron?
-Yo creo que Rosario tiene una particularidad: por ser la tercera ciudad más poblada, pero no ser capital de la provincia, se genera una estructura social que muchas veces termina adelantando las crisis que después estallan en la Argentina. Por ejemplo, los primeros saqueos del '89 fueron en nuestra localidad y en 2001 eramos la "capital de la desocupación". Por eso creo que estamos adelantando una crisis nacional. Nosotros cuadruplicamos la tasa de homicidio con respecto a Nación porque en la misma ciudad donde se vende y se distribuye, se logra lavar gran parte de esos ingresos, por eso impulsamos la Agencia Antilavado Municipal.
-¿Cómo influye la base económica de Rosario, como una ciudad-puerto nodal en la riqueza argentina, para la instalación de estos fenómenos?
-Es otra característica de la localidad que explica este fenómeno y su disposición: en Rosario se exportan un 80% de las exportaciones totales. Tenemos un conglomerado portuario enorme totalmente privado y sin ningún tipo de control público. No sólo se trata de un narcomenudeo: sumado a esto se empezó a dar un cambio geopolítico estructural en la ruta de exportación de la cocaína de la zona de Colombia y Bolivia. Antes iba por los puertos del Pacifico, y ahora se está empezando a distribuir por la hidrovía Paraná-Paraguay, que pasa justamente por nuestra ciudad.

-¿Qué estrategias piensan impulsar desde su espacio para combatir este flagelo?
-Para nosotros es importante crear nuevos instrumentos políticos como es "Rosario sin miedo", que traspasa las fronteras partidarias. Creamos una estrategia contra la violencia que se basa en "por abajo, por arriba y por el medio". Por arriba, yendo por la ruta de dinero narco: el año pasado logramos que el Concejo vote la creación de una agencia antilavado y se está poniendo en marcha. Por abajo, urbanizando los barrios populares, creando escuelas públicas y mejorando el sistema de salud pública. Y por el medio, devolviendo al Estado el poder para que gobierne en zonas tomadas por las fuerzas mafiosas.
-¿Cómo piensa posicionarse como intendente frente al crimen en caso de ganar en septiembre?
-Mi visión como intendente no va a ser llorar por televisión que el Presidente no nos cuida. Si cuadruplicamos el índice de homicidios, cuadrupliquemos la cantidad de recursos que recibimos con respecto a otras ciudades, discutamos la presencia del Ministerio de Justicia de la Nación: ¿por qué tiene que funcionar en Capital Federal? El próximo gobierno, nosotros nos vamos a parar desde otro lado, porque acá claramente no es un problema ideológico. Nos gobiernan como una colonia. Durante los últimos años pasaron Berni, Bullrich y Aníbal Fernández y la respuesta y la discusión siempre fue la misma: cuántos gendarmes iban a mandar

-¿Cuál es su pronóstico para las generales: temen que el ausentismo pueda jugar en contra como ocurre en otros lugares?
-Nosotros entendemos que la discusión va a ser continuidad o cambio. Casi un 80% de los rosarinos y las rosarinas no votaron por el intendente y por eso me parece que esta elección se va a definir en esos términos. Hay un divorcio cada vez más grande entre la sociedad y la política que a veces se expresa con la gente no yendo a votar, o con el voto "bronca". Las personas van a participar de la vida pública en la medida que vean que hay cosas importantes en juego. Por el contrario, va a bajar la participación electoral mientras vea que la política es un simulacro donde se juega otro tipo de disputas que nada tienen que ver con la vida cotidiana de la gente. Por eso creemos que hay que acercar el poder de toma de decisiones a esos lugares donde esas decisiones tienen impacto.













