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En menos de dos semanas los únicos dos candidatos presidenciales de cara al balotaje, Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza) estarán protagonizando el debate presidencial. Dada la cercanía del mismo con los comicios, se presagia que este será un evento determinante, con posibilidad de incidir en el desempeño individual de cada uno de ellos.

Mientras que de las PASO a las generales hubo una brecha mayor a los dos meses, el período de tiempo comprendido entre la primera y la segunda vuelta es menor a un mes. Eso implica que ambas fuerzas deben cuidar al máximo cualquier tipo de repercusión negativa que pudiera afectarlos a cada uno en su individualidad, siendo que los comicios mano a mano suelen ser, históricamente, bastante cerrados.

Esto también llevó a que, mientras todavía se digiere el último resultado electoral, los representantes de los dos postulantes deban pactar las condiciones del nuevo debate, a realizarse el 12 de noviembre a las 20 horas, en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


El punto de desacuerdo entre Milei y Massa para el debate

Este lunes la Cámara Nacional Electoral (CNE), el área de la Justicia encargada de organizar y regular el proceso de realización de estos eventos, convocó en su sede a los representantes de los candidatos para acordar el reglamento, los temas y los moderadores del próximo y último debate. La modalidad fue similar a las sesiones hechas en septiembre para rubricar las condiciones de los dos eventos realizados el 1 y 8 de octubre.

Hasta el momento no se confirmaron la identidad de todos los presentes de ambos equipos. Sin embargo, en las instancias anteriores habían estado, por Sergio Massa, el vicejefe de Gabinete de la Nación, Juan Manuel Olmos, y su histórico encargado de comunicación, Santiago García Vázquez. Por el lado de Javier Milei se presentaron su hermana y jefa de campaña, Karina Milei, y su estratega político, Santiago Caputo.

Según pudo saber El Cronista, en la mayoría de las cuestiones a resolver hubo una coincidencia entre los dos bandos de campaña; aunque hay un principal asunto que aún permanece sin ser acordado: desde La Libertad Avanza quieren mantener la permisibilidad de que se puedan leer apuntes en las exposiciones, mientras que desde Unión por la Patria se oponen.

Esto configura un punto que parece naif, pero que podría ser decisivo de cara a la dinámica de la misma confrontación entre ambos postulantes. En particular, la disposición de papeles para la lectura en medio de las disertaciones fue un aspecto cuestionado por algunos de los especialistas en debates. Sin embargo, en aquel entonces fue pactado por los equipos de campaña de las cinco alianzas políticas que disputaban la Presidencia.

Ahora, el equipo del ministro de Economía apunta a desproveer de suministro informativo al diputado libertario, quien si bien tuvo un desempeño destacable en los debates -más en el primero que en el segundo-, es percibido como alguien que podría tener algunas dificultades en las exposiciones e intercambios que habría en el evento.

¿Qué se resuelve en estos casos? Si no se ponen de acuerdo las partes, termina decidiendo la misma Cámara Nacional Electoral. Así lo refrenda la Ley 27.377, que formaliza el proceso de negociación entre los representantes de los candidatos.

Este esquema se diferencia al que regía en 2015, el único año en el que se llevó a cabo un debate electoral para balotaje, en donde existía un proceso de negociación mucho más horizontal, dado que con la anterior legislación las partes negociaban con la CNE como autoridad de aplicación.