De un Moyano a legisladores: más de 100 argentinos viajaron a Washington
Figuran como observadores, invitados por diversas organizaciones, y mantienen reuniones con funcionarios y analistas locales mientras se miran en un futuro probable espejo. La capital de los Estados Unidos vive una tensión pocas veces vista
Washington DC está irreconocible. No cambiaron las apacibles avenidas ni las brick house, esas encantadoras viviendas de dos o tres pisos que se destacan en los barrios, sino un particular interés por las elecciones 2024, pocas veces visto en la capital política de una nación donde el voto no es obligatorio y -normalmente- solo despierta el interés de una minoría.
En el aire se percibe una sensación distinta, o lo que la tapa del New York Times definió como "una carrera presidencial que viven cual batalla existencial", aceptando que "los votantes están prestando atención" a las advertencias de Kamala Harris sobre Donald Trump y la inversa, con un foco quizás sin precedente.
En este particular escenario se ven argentinos y argentinas recorriendo oficinas, consultando expertos, debatiendo sobre el futuro de las elecciones en este país y también en el nuestro, al que muchos imaginan con repercusiones distintas si gana tal o cual. De todos modos, por discreción, se cuidan de las opiniones políticas de un país que no es el propio, como corresponde en las buenas prácticas diplomáticas.
Hasta aquí viajaron varias delegaciones que actúan como observadoras, clásicas en este tipo de eventos electorales, como son la Fundación Universitaria del Río de la Plata (FURP), organización que tiene 54 años en la Argentina que hoy preside el abogado Francisco Quintana.
También está presente la Cámara de Comercio Americana-Argentina (Amcham) que actualmente preside Facundo Gómez Minujín y el Diálogo Argentino-Americano, creado en 2005, con Luis Ruvira al frente, desplegando estos viajes desde 2012 con profundo conocimiento de las figuras que más influyen en el sistema democrático americano.
Abogados, jueces, legisladores de todo el país, empresarios, dirigentes sindicales, consultores de opinión pública, conforman estas delegaciones que se pagan pasajes y gastos, mientras las organizaciones diseñan un plan de entrevistas con autoridades de los Estados Unidos con agenda en países de América Latina o, directamente, de Argentina.
En total, por lo que pudo verse, hay más de 100 argentinos aprendiendo sobre el sistema electoral, las relaciones comerciales entre distintos sectores económicos y mantener reuniones con los representantes de distintos países de la región y de la propia argentina en Washington, desde las embajadas hasta la Organización de Estado Argentino (OEA).
El senador Martín Lousteau, el diputado radical Rodrigo De Loredo, el diputado del PRO Luciano Laspina, el actual coordinador del bloque radical y exdiputado Alejandro Cacace, la ex senadora Clara Vega, el apodeado de La Libertad Avanza Santiago Viola y la actual ministra bonaerense Daniela Villar, además de Jerónimo Moyano y el consultor Facundo Nejamsky son algunos de los que viajaron a Washington DC para ser testigos de esta elección.
En el clima de la jornada electoral, se percibe una sociedad fragmentada, con noticias que hablan de preparativos de estrategia frente a una eventual derrota, y son observados por los argentinos como un eventual espejo de lo que puede venir en nuestro país.
Fuera de la agenda, no se privan de hablar con la gente común. Un taxista negro, nacido y criado en Virginia, que no duda de la victoria de "Kamela", tal como lo pronuncia, y un joven salvadoreño que atiende un camioncito donde vende milkshake y asegura que votará a "Tromp".
La vieja Washington DC, diseñada originalmente por el ingeniero militar francés Charles L'Enfant por encargo de George Washington, que buscó hacer una ciudad de grandes monumentos rodeada por villas apacibles no perdió ese tono, pero como pocas veces se vive una algo parecido a la incertidumbre, como si el futuro de cada uno se jugara en una elección que no está pasando indiferente en la vida de los norteamericanos.
Anoche ya se apostaban por los principales edificios públicos formaciones de seguridad, preparándose para que ningún violento tomara por asalto los símbolos de la democracia como ya sucedió, una escena que aterra hasta el más humilde de los habitantes de esta, la capital de los Estados Unidos.
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