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Ayer, el Peronismo llegó cohesionado a la inscripción de frentes, La Libertad Avanza pudo sumar al PRO a su armado violeta y una alianza que se muestra distante de ambos polos de poder nació a la política bonaerense. Hoy, el día después, comenzó el trabajo que desembocará el próximo 19 de julio, cuando se presenten las listas de candidatos, un hecho que aun podría traer algunas sorpresas.

"Serán días álgidos", pronosticaron los implicados en las negociaciones de Fuerza Patria, el nuevo ropaje del peronismo bonaerense. Claro que los otros frentes, igual de grandes o más pequeños, con más o menos tensiones, también tendrán sus propias jornadas de debate.

En el PJ, "ya está todo en marcha" y "la junta partidaria empieza a trabajar todos los días hasta el Cierre de listas". Allí habrá firmas cruzadas, un sistema que supone que todos los socios deberán aprobar a los candidatos del otro.

Los puntos más delicados, afirman, serán los municipios, en especial algunos en los que la interna política entre los sectores peronistas está lanzada. Entre ellos están los casos de Avellaneda, La Plata, Morón y La Matanza.

Mientras tanto, todos quieren destacar algo en su beneficio: quién cedió para que se concretara la unidad, quién la logró, quién la convocó. Hoy por la tarde, un dirigente de las filas del kicillofismo señalaba, por ejemplo, la centralidad que había ganado el espacio: "Por primera vez en mucho tiempo, el gobernador fue el anfitrión. Hace 2 años lo mandaban a la casa de (Martín) Insaurralde en Lomas de Zamora".

Por otro lado, fuentes del PRO señalan que, si bien sigue habiendo llamados, es probable que el debate fino de los nombres se reanudará con mayor fuerza después del fin de semana. El 19 se conocerá si los intendentes del partido fundado por Mauricio Macri consiguieron, finalmente, mantener su poder para armar sus propias listas.

Desde "Somos Buenos Aires", a su turno, también estiman que hay tiempo para definir candidatos y espacios, aunque allí también hay que conseguir acuerdos entre muchos intereses. Su mayor logro, sostienen, es contener en su interior a más de 20 intendentes radicales, vecinalistas, dirigentes provinciales y nacionales.

Sin embargo, hay algunos casos que son mirados con atención, como el caso de jefes comunales que, descontentos con las autoridades partidarias, evalúan presentarse con boleta propia. Tal es el ejemplo de los hermanos Passaglia en San Nicolás, que se negaron al acuerdo entre el PRO y LLA. Pero también podría suceder lo mismo con algunos intendentes peronistas de la Primera y la Tercera Sección Electoral.

Danza de nombres

En la vital Primera sección electoral -que desde este año superó en cantidad de electores a la Tercera- dos intendentes podrían jugarse la carta para representar a sus fuerzas en la legislatura bonaerense. Antes del acuerdo, el massismo había deslizado el nombre de Juan Andreotti, el jefe comunal de San Fernando, como posible candidato. Ese nombre debiera pasar por el filtro de la mesa que la coalición definió para decidir las candidaturas.

Su vecino, el tigrense Julio Zamora, es uno de los artífices del armado de "Somos Buenos Aires" que reúne a peronistas, radicales, socialistas y a la Coalición Cívica. Ese jefe Comunal retendría el control del Concejo Deliberante reteniendo sólo 2 de las bancas en juego y, de ser convocado, podría jugarse para el Senado.

Ambos tienen un punto en común: en 2027 cumplirán sus mandatos y, de no modificarse la ley, no podrán ser reelectos. En ese plan, LLA tiene un posible candidato en Diego Valenzuela, aunque en esa disputa también podría anotarse Nicolás Scioli, el hermano del secretario de Deportes de la Nación que buscas incursionar en política.

La Quinta Sección Electoral podría ser el ejemplo de una contienda entre viejos conocidos. Del lado de Fuerza Patria hay algunos nombres que suenan con fuerza, todos ellos que basta experiencia.

Fernanda Raverta, mujer de La Cámpora en Mar del Plata es observada con atención por propios y extraños, ya que desde el frente del PRO y LLA creen que será ella quien encabece la nómina al Senado. De hecho, uno de los legisladores cuyo mandato vence -y podría buscar la reeleción- es Pablo Obeid, pareja de la propia Raverta. Otros nombres que estarán sobre la mesa son el del actual intendente de Villa Gessel, Gustavo Barrera, y el exjefe comunal marplatense y diputado provincial, Gustavo Pulti.

El frente de los hermanos Milei tiene, en esa sección, a un intendente del PRO con sus propias aspiraciones, como es el caso de Guillermo Montenegro. Su nombre sonó fuerte para el Senado dónde además podría renovar un hombre de su extrema confianza, Alejandro Rabinovich. "Sabemos que suena el nombre de Guillermo, pero es mentira que esté todo definido", dijeron cerca del intendente. Mientras tanto, sus opositores creen que una candidatura de ese jefe comunal sería "sólo una escala en su carrera al gobierno nacional".

Los intendentes buscan ser parte del armado de las listas, piden tener la lapicera en todos los frentes y ese punto fue, incluso, uno de los diferendos más difíciles de zanjar para llegar al acuerdo entre el PRO y LLA. Muchos jefes comunales buscan blindar sus Concejos Deliberantes contra opositores o circunstanciales aliados.

Es por ello que algunos actores de la política no descartan la aparición de candidaturas testimoniales, que arrastren votos y permitan números más altos a su frente. "No sería como en el 2009, cuando hubo una órden de encabezar, pero el caso de la Ciudad en el que Silvia Lospenatto y Manuel Adorni amagan con no asumir sus bancas, podría repetirse en la provincia", señaló una fuente peronista.