

Aunque fue creada para interferir, con soporte técnico, si alguna negociación salarial llegara a empantanarse por diferencias entre el gremio y la contraparte empresaria, la Comisión de Competitividad creada por la presidenta Cristina Fernández a comienzos de febrero ya comenzó a jugar fuerte en las discusiones paritarias.
Una delegación integrada por funcionarios de la secretaría de Política Económica, que conduce el ascendente viceministro Axel Kicillof, y del Ministerio de Industria, al frente de Débora Giorgi, participaron primero de las negociaciones del sector de transporte la UTA cerró una suba del 18% y ahora están interviniendo en la de los metalúrgicos, que también está próxima a definirse, aunque en un nivel que superará ampliamente la meta del 20% fijada inicialmente por el Gobierno.
Si bien la Presidenta fue bien clara en afirmar que la comisión funcionaría cuando se empantane alguna negociación entre trabajadores y empresarios, hubo cambio de planes y desde el Gobierno consideraron pertinente seguir de cerca cada discusión. La comisión comenzó a participar de las paritarias por invitación del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y la posición fue clara: los aumentos salariales deben mantener el poder de compra de los trabajadores, pero al mismo tiempo estar alineados con la competitividad de cada sector.
Ellos no buscan influir en el número, pero su diagnóstico para la industria metalúrgica es que pese a que estos años últimos han sido más complejos, el sector no está mal, sostuvo un empresario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), respecto de la posición de la comisión de Competitividad en la paritaria. También admitió que hay una idea en los funcionarios de que tampoco los gremios pueden pedir cifras descabelladas.
En el caso de la paritaria de los metalúrgicos, Adimra les presentó a los representantes de la comisión el director nacional de competitividad de Economía, Ariel Langer, y los enviados de Giorgi un documento con la evolución del sector de los últimos años y la situación actual. Los funcionarios analizaron el estudio y en la segunda reunión les llevaron la devolución. El planteo fue que la industria sigue gozando de buenos ratios de competitividad, en gran parte, gracias a las políticas sectoriales adoptadas el Gobierno, lo que dejó como mensaje subliminal que el sector está en condiciones de afrontar subas de salarios del 20% o más este año.
Mesa sectorial
De todas maneras, como en su informe Adimra había trasmitido algunos problemas de menores niveles de competitividad y rentabilidad, crearon una mesa especial de trabajo del sector metalúrgico para comenzar a analizar y discutir medidas puntuales que puedan mejorar esas cuestiones. El primer encuentro será hoy y contará con la presencia de funcionarios de Economía y de Industria, además de referentes de Adimra. Por Industria, asistirá el flamante secretario del área, Javier Rando, mientras que por Hacienda participaría Costa o Langer, ambos hombres de Kicillof.
Ni bien se creó, la comisión de Competitividad trabajó en el análisis de la rentabilidad, la competitividad, el empleo y los costos de 20 sectores, entre los cuales se destaca el automotriz, comercio, construcción, cuero y calzado, petróleo, indumentaria, transporte, químico y metalmecánica.
Fuentes de Industria informaron que ese documento está en manos de Cristina y contiene en detalle la evolución de todas las variables sector por sector. Con esta información, la Presidenta tiene todas las armas para cuidar el poder de compra de los trabajadores y, al mismo tiempo, evitar desmadres en los reclamos.












