

El papa Francisco aclaró hoy que la mansedumbre no es pusilanimidad, sino “la virtud de los fuertes”, al reflexionar sobre el malestar que generó en muchos argentinos su decisión de recibir por cuarta vez en el Vaticano a la presidenta Cristina Fernández.
“La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que, a veces, en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes”, sostuvo Francisco en un mail dirigido al periodista Alfredo Leuco.
El Papa respondió en estos términos una carta abierta que leyó el periodista en su programa radial a modo de editorial, en la que éste le transmita al pontífice que muchos argentinos estaban disgustados por su decisión de recibir el 7 de junio en audiencia a la Presidenta.
Para sustentar sus dichos, Francisco le hizo al periodista lo que llamó una “confidencia” que, según señal, al concluir la lectura de la carta: “Me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: ‘Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia (Mateo 5, 4)’”. El pontífice se comunicó primero telefónicamente con Leuco durante el fin de semana y luego le remitió un correo electrónico expresándole que en su carta abierta no hay “una sola agresión o alguna expresión altisonante”.
“El tono sereno manifiesta la voluntad de comunicarse frontalmente y las disidencias se dicen con paz, fluidamente”, dijo el Papa y agregó: “Esta actitud edifica, une, es constructiva”.
Leuco ley hoy el texto del mensaje durante su programa “Le doy mi palabra” y aseguró que el pontífice le reiteró en la conversación personal que “se sintió usado” por los políticos argentinos.
Asimismo, pasó al aire el mensaje que le dejó en el contestador al no poder comunicarse con él en un primer intento.













