

Ante la escalada por el conflicto salarial del personal médico del Hospital Garrahan, el Gobierno abrió una mesa de diálogo con los residentes. "La plata está, pero no se destina al equipo de salud", explican desde la cartera que conduce Mario Lugones, pero los gremios advierten que las políticas no acatan las necesidades del personal, sostienen que buscan desviar la discusión y advierten por las fugas de profesionales.
Los trabajadores del Hospital Garrahan aceptaron la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, pero marcharon al Ministerio de Salud para plasmar los reclamos. Mientras, desde la sede ministerial organizaron una mesa de diálogo con residentes y el consejo directivo integrado por representantes del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Nación, a razón de uno y cuatro designados respectivamente por ambas jurisdicciones.
Los sindicatos reclamaron que se establezcan fechas y que haya una propuesta antes del martes, cuando se realizará la próxima asamblea. De no haber una respuesta, se retomarán las medidas de fuerza.
Sobre la cantidad de trabajadores, indicaron que el Gobierno, al incluir en administrativos a los trabajadores que se dedican al mantenimiento, limpieza, auxiliares, asistentes, entre otros que hacen al funcionamiento del hospital y de las tareas de los médicos, falsea los datos.
El conflicto del Garrahan
El gobierno de Javier Milei le aumentó el presupuesto al Garrahan un 244% en 2024: de $ 49 mil millones pasó a tener un crédito de $ 165 mil millones, al que además se suma un porcentaje correspondiente a la Ciudad de Buenos Aires, que también aumentó su presupuesto de $ 1.5 mil millones a $ 3.7 mil millones. Pero ese presupuesto fue prorrogado este año: "No es un problema de plata. Es un problema de cómo se gasta", defienden desde el Ministerio.
Según los datos del Gobierno, el Garrahan tiene 953 empleados administrativos y solo 478 médicos de planta, dentro de los cuales se contempla también al personal asistencial como los enfermeros y los kinesiólogos, entre otros rubros. "Lo insólito: el presupuesto destinado a sueldos administrativos supera al que se destina a todo el cuerpo médico", recriminó la viceministra Cecilia Loccisano en un posteo de X.
"La proporción en promedio en los hospitales entre médicos y administrativos gira en torno al 25% de la planta; o sea, 75% es personal médico. En este caso (el Garrahan) ocurre lo contrario: tenés 66% del personal administrativo y 34% de médicos", defendió en esa línea el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa esta mañana.
Frente a este panorama, desde el Ministerio de Salud quieren impulsar una reestructuración para gestionar el destino de su presupuesto en pos de recomponer la situación de los profesionales de salud al imponer recortes en la planta administrativa. La estrategia del Gobierno de "optimizar" los recursos, los gremios la consideraron una estrategia para desviar la discusión relevante: la inflación persiste y la demanda del hospital crece.
En el último año tuvo más de 600.000 consultas ambulatorias, más de 10.000 cirugías y más de 100 trasplantes, además de funcionar como el principal centro hemato oncológico del país especializado en pediatría. En materia salarial, los ingresos se ubican muy por debajo de la línea de pobreza para una familia de cuatro personas ($1.110.063 en abril). Así, los residentes por 65 horas de trabajo semanales cobran menos de $800.000.

Aunque descartan que se trate de un plan de despidos, las medidas también están destinadas a hacer un control de presencialidad: "Los ñoquis se van, se quejen los que se quejen", definió una alta fuente de la cartera que conduce Lugones.
El "plan de efectividad" y recomposición
Según pudo saber El Cronista, el plan se basa en establecer un sistema de acceso biométrico a partir del 1 de junio -los gremios indicaron que ya existe un sistema de control de ingresos- y mejorar las prácticas de contrataciones y las licitaciones de los medicamentos - "nos dimos cuenta que están más caros que el valor de farmacia"-.
En lo que refiere específicamente al Garrahan, agregaron ítem de alta complejidad del 15% sobre el base (es decir, que respeta antigüedad) para profesionales sanitarios y buscan sumar una recomposición de la hora de guardia que iría de $8.000 a $9.000, y un plus de productividad.
Este último punto todavía está "en análisis", puesto que dependerá de la "eficiencia" que alcance la reestructuración que está en proceso: a modo de ejemplo, explicaron que hay ciertas áreas del hospital que podrían explotarse más. Es decir, no tendrá que ver con la cantidad de pacientes sino con la productividad en los procedimientos.

De todos modos, las fuentes reconocieron que nada de esto alcanza y "nunca va a alcanzar". Si bien "aspiran" a que la recomposición, sostenida y sustentable, prevenga fugas, advierten: "La idea es que esto no sea un parche, pero hay una situación de arrastre".
En este sentido, desde el área de Salud hicieron hincapié en que "el problema no son los médicos" y admitieron que "el reclamo salarial de los médicos es justo". "El problema es que se mezclan otros intereses en el medio para fogonear, hay algunos que no quieren renunciar a sus privilegios", interpretan con respecto de la escalada conflictiva.













