"Empoderado": las decisiones clave que ya tomó el Gobierno para su futuro
Esta tarde mantendrá encuentros por separado con los gremialistas. El oficialismo siente que tiene el "apoyo social" para tomar ciertos caminos y quiere aprovechar las grietas entre los representantes de los trabajadores.
Durante la tarde de hoy se espera que los gremios pasen, en tandas, por las oficinas de Aerolíneas Argentinas y allí se podría definir buena parte del futuro de la compañía. Entre las 14 y las 16 dirán presente los representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y APA.
Deberían llegar, según pretende el Gobierno, con un plan que marque cómo continuará operando la empresa. "Debe ser original, contundente e innovador y convencer, sobre todo, al presidente Milei", repiten las fuentes oficiales.
Y aquí pueden aparecer dos cuestiones importantes. La primera, las diferencias que puede haber entre las partes en cuanto a conceptos como "original" o "innovador". Es que, se sabe, las búsquedas del Gobierno van muy por fuera de lo que termina marcando la agenda gremial.
En cuanto a las diferencias de conceptos, también se da otra particularidad. Los gremios no están tan convencidos de que la reunión de hoy sea para presentar algún plan, aunque sea en etapa inicial. Los referentes sindicales pretenden basar las charlas en los mismos reclamos que vienen realizando, una situación que, de ser así, sin dudas no llevaría hoy a un buen final.
El otro gran punto, tal vez el más importante, es que el presidente entiende que todo el camino que queda por recorrer es ganancia, incluso con finales tan opuestos como la venta/cierre de la empresa y la implementación de un nuevo plan. Más allá del futuro de Aerolíneas Argentinas, lo que busca el Gobierno es terminar con lo que llama "la casta sindical", en este caso del sector aéreo.
"Acá no puede haber pérdida para el Gobierno. Se metió muy fuerte entre la gente la idea de que los principales perjudicados de todos los conflictos que se vienen dando son ellos, lo que le da al Presidente una validez importante en cuanto a los movimientos que se pueden venir", explicaron a El Cronista fuentes oficiales. Sin dudas, el Gobierno entiende que hoy, al menos en este tema, "está empoderado", según reconocen.
Incluso, el Gobierno tiene muy claro que la situación operatoria de la empresa se podría volver a complicar fuerte, algo a lo que se podría llegar en caso de que el conflicto sindical recrudezca, y sin ninguna duda si se toma alguna medida extrema como el cierre de la empresa, al menos hoy tal vez algo más presente en la retórica oficial que en los planes más prácticos para llevar adelante, y más allá de la intención oficial de encarar un proceso de ese tipo.
Unos más fuertes y otros más débiles
El Gobierno analiza también que se anotó otro punto a favor, y es que los gremios llegan a esta negociación con un frente sindical que ya no tiene la misma fuerzas que hace algunas semanas. Tantas idas y vueltas y una postura firme en cuanto al "esto no va más" de Milei comenzó a generar grietas.
A partir de este punto, se entiende que Milei no siente que el Gobierno esté atado a las negociaciones o los reclamos de los gremios. "Si no hay un plan, se termina. El margen no es demasiado grande", dijeron las fuentes.
¿Esto quiere decir que hoy se define si Aerolíneas deja de operar ya en las próximas horas? Claramente no -en el corto o mediano plazo-, pero sí se entraría a transitar un camino que sin dudas será más conflictivo.
La idea de vender la aérea de bandera existe, pero por ahora la realidad indica que no hay ofertas concretas sobre la mesa, más allá de que haya habido algunos tanteos en las últimas semanas. "Puede interesar la empresa pero no los conflictos", dicen en el Gobierno.
Una de las opciones que más cercana aparece en el horizonte -siempre que las reuniones de hoy no sean lo positivas que se pretende- es que se decida por un Procedimiento Preventivo de Crisis, con lo que a la empresa se le abrirían las puertas para modificar convenios laborales, suspender empleados e incluso reducir indemnizaciones.
Ese podría ser un primer paso, pero la orden de Milei a la Secretaría de Transporte y a las autoridades de la aérea siempre fue clara: Aerolíneas Argentinas no continuará formando parte de las empresas estatales. Y eso se logrará con el cierre o con la venta.
Lo que no quiere bajo ningún punto de vista el Gobierno es "que de lo de hoy no salga nada". Es decir: no se pretende que haya definiciones tajantes en cuanto a cómo seguir o manejar plazos concretos, pero sí que exista al menos un bosquejo y, sobre todo, "un cambio de visión y beligerancia" por parte de los sindicatos.
Si en las reuniones de esta tarde se da un clima lo más cordial posible y se ve que los gremios pretenden avanzar sobre ese plan, entonces se podrá bajar la espuma.
"Hay confianza respecto de que así será. No creemos que los gremios vayan a aparecer sin nada porque saben que eso sería como no querer solucionar el tema", afirmaron las fuentes consultadas.
Lo que no quiere Milie, bajo ningún punto de vista, es tener que atarse a un acuerdo o promesa débil y de corto plazo, que en definitiva lo único que haría sería patear la búsqueda de una solución al conflicto.
"El Gobierno quiere que la situación se normalice. Se podrá avanzar sobre algunas cuestiones, pero siempre sobre la base de que la conflictividad no deberá estar. La idea no es encontrarse con las situaciones de los últimos días dentro de un par de semanas, sino empezar a ver cómo llegamos a algún punto de encuentro", afirman desde el Gobierno.
Y aquí, justamente, es donde aparecen las dudas más fuertes. Porque desde los gremios advierten que no bajarán sus reclamos salariales, uno de los puntos más destacados de la lista de ejes de conflicto. Hoy el Gobierno reconoce que hay cierto atraso en el bolsillo de los trabajadores, pero no está dispuesto a convalidar "los disparates que vienen planteando".
Compartí tus comentarios