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Con la recaudación fiscal en caída por el menor ingreso a través de derechos de exportación (DEX), y con poco impulso del dólar agro, el Gobierno continúa mirando al campo para generarincentivos en un año marcado por la peor sequía en dos décadas.
El mes de mayo se vuelve central para los productores que ya tienen un pie en el 2024, para recuperar los pésimos resultados que arrojará está temporada; sin embargo, con una caída que asciende a u$s2000 millones que equivale al 30% de la liquidación de 21/22,sobran los desafíos.
La sequía impactó en la recaudación tributaria de abril: todos los números
La falta de lluvia no sólo secó los suelos y las arcas del Estado, sino también cercenó las cuentas corrientes de quienes cada año invierten en fertilizantes y semillas para la siguiente campaña, una situación que exige diálogo entre los "socios" de la cosecha.
En ese sentido, aunque el trigo ya descontó más del 50% de la producción al caer de 22,1 a 12,6 toneladas este año que ya no se podrán recuperar, el incentico puede llegar del lado del financiamiento público para mejorar el crédito comercial entre los productores y sus proveedores.
Una herramienta que amplíe la capacidad de compra al financiar más de una campaña amplía la ventana de recuperación del sector para poder hacer frente a sus compromisos.
En promedio, según estima la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), siguiendo los datos de las últimas campañas, sin contar la "fatídica" de 22/23 -por el al alto valor de los insumos que se combinó con una muy baja productividad-, el sector requiere de u$s 1800 millones para apostar a la normalización de ingreso de divisas en 2024.

Aunque la necesidad económica alienta al productor a sembrar trigo, tres desafíos se presentan como limitantes, describe el informe y apunta a la reserva de humedad en el suelo, el financiamiento que permita asegurar el paquete tecnológico que el cultivo requiere para expresar su máximo potencial de rendimiento y la disponibilidad de semilla en cantidad y calidad suficiente.
Limitantes e incentivos
En relación con las recargas de humedad de suelo, pese a los pronósticos que indicaban que a partir del otoño se destrababan las lluvias, en abril, no han alcanzado en milímetros y cobertura para satisfacer el déficit.
Sobre las necesidades de financiamiento, la atención se concentra en el costo de los insumos y el área a sembrar.
En relación con la primera variable, los precios de los principales fertilizantes nitrogenados se han desinflado fuertemente con respecto a los que prevalecían un mes atrás.
Según la consultora Ingeniería en Fertilizantes, la mayor oferta disponible en relación con una demanda muy cautelosa ha llevado la relación insumo-producto para el trigo a su nivel más bajo de los últimos cuatro años hacia fines de marzo.
Respecto del área total a sembrar la incertidumbre continúa presionando sobre las proyecciones por la falta de agua, y la disponibilidad de fondos para maximizar el paquete tecnológico que permita expresar el mejor potencial de rinde posible.
En este marco, la cartera de Economía prepara anuncios para motivar la siembre de trigo, un cultivo que ocupa puesto clave entre los complejos exportadores, detrás de la soja pero, además se consume en cantidad en el mercado interno.
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