La parálisis importadora alcanzó también a las operaciones pactadas en yuanes, que mantenían un mayor ritmo que el resto de las transacciones hasta las últimas medidas y el anuncio del pago al FMI con moneda china de este lunes. Así se lo confirmaron a El Cronista fuentes del sector industrial, que pidieron no ser identificadas para no interferir en las negociaciones que mantienen con el Gobierno para intentar destrabar autorizaciones y pagos. Desde el anuncio de los impuestos a la compra de dólares para pagar todos aquellos bienes que no afectan a la canasta básica alimentaria, el abastecimiento energético y de medicamentos, las operaciones prácticamente se paralizaron. Primero, porque los bancos no tenían la reglamentación de la norma que definiera qué ítems quedaban excluidos del impuesto PAIS. Luego, porque el flujo de SIRAS y Sirases se frenó. Desde este martes, como contó El Cronista, la AFIP restringió los parámetros de Capacidad Económica Financiera (CEF) que la empresa debe cumplir para poder pagar importaciones. Una de las últimas novedades es que las restricciones no discriminan según moneda de pago, a pesar de que, al lanzar las operatorias en yuanes, el Gobierno había asegurado un canal más rápido para los pagos en moneda china. "Hace semanas que tenemos todo trabado", indicaron en un sector que ya había agilizado estas transacciones. Otro refirió que la reducción de CEF no discriminó ni entre tamaño de empresas ni entre destino de la importación. Las restricciones adicionales llegaron luego del reclamo del Fondo Monetario de contener el nivel de importaciones. Este martes, el BCRA prácticamente no vendió yuanes a importadores en el mercado: apenas 4 millones, equivalentes a menos de u$s 600.000. Contrasta con los u$s 43 millones del lunes y los u$s 38 millones del viernes. Durante julio, vendió moneda china por el equivalente a u$s 1200 millones. Luego del pago al FMI, las reservas brutas se ubicaron en el valor más bajo en 17 años y rozaban este martes los u$s 24.000 millones. Mientras, los consultores sacan cuentas de cuántos yuanes quedan disponibles para pagar importaciones y, como dijo el ministro de Economía Sergio Massa el lunes, "mantener el nivel de actividad". Según PxQ, de Emmanuel Álvarez Agis, quedaban, hasta el viernes, el equivalente a u$s 1400 millones del primer tramo del swap de libre disponibilidad por u$s 5000 millones. Si se suman los pagos al FMI de este lunes (u$s 1700 millones, aproximadamente), con la habilitación del segundo tramo, quedarían unos u$s 4700 millones. Eco Go, de Marina Dal Poggetto, estimaba que quedaban algo menos de u$s 1000 millones del primer tramo del swap. Analytica, de Ricardo Delgado, sostiene que esos u$s 5000 millones ya se gastaron y quedarían apenas u$s 3300 millones remanentes del segundo tramo. El viernes, el Gobierno debe afrontar pagos al Fondo por unos u$s 750 millones. El Banco Central mantiene en secreto cuánto lleva vendidos de los yuanes de libre disponibilidad del primer tramo. Cerca de Miguel Pesce refieren que tiene espalda como para hacer frente a las próximas semanas. Al activar la posibilidad de usar otros u$s 5000 millones, a comienzos de junio, el Gobierno había dejado trascender que también había moneda china propia que formaba parte de las reservas. Sin embargo, desde junio el mercado puede ver en la pantalla cuántas transacciones se pactan con venta de yuanes (y el único oferente es el BCRA) y cuántos dólares compra (o vende) la autoridad monetaria. El embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, trabajó el fin de semana con las autoridades chinas para destrabar, "al menos en parte", el segundo tramo del swap y poder pagarle al Fondo, indicaron fuentes oficiales. En despachos de Gobierno también corre la versión de que, mientras se termina con los trámites con el Banco del Pueblo chino, Argentina saldó el vencimiento del 31 de julio, por u$s 2700 millones, con otros recursos, incluido el remanente del primer tramo del intercambio de monedas. El BCRA y el Ministerio de Economía indicaron que la operación con China ya está acordada y vigente y que es suficiente para atravesar las PASO y la sequía de desembolsos hasta que se reúna el directorio del FMI, a partir de la tercera semana del mes. Con todo, la prioridad de pagar la deuda y la exigencia del Fondo de acumular reservas trabaron las operaciones que las empresas no salden con dólares propios o con crédito comercial. Distintas empresas ya ágiles en el envío de mensajes a funcionarios de Comercio para reclamar por SIRA demoradas se encuentran, ahora, con falta de respuesta o sin plazos concretos para obtener el permiso.