“Strassera es un impresentable aún cuando le hagan una casa con forma de desagravio”, escribió el flamante jefe de Gabinete, Aníbal Fernández en la red social Twitter en septiembre de 2010.

La crítica de Fernández a Strassera era un eco de la que había hecho la presidenta Cristina Kirchner el día anterior cuando se cruzó con el mismo ex fiscal por un pedido de hábeas corpus supuestamente denegado al ex gobernador de Santa Cruz, Jorge Cepernic, en 1976.

En ese momento, la Presidenta también había elegido Twitter para cuestionar el accionar de Strassera. “Una historia de fiscales, desagravios, memorias y homenajes, en un documento que escribí ayer”. Allí, relató el momento de la detención de Cepernic y apuntó que “se presentó inmediatamente un pedido de hábeas corpus” pero el “fiscal dictaminó que no se hiciera lugar al pedido de libertad”. Y completó: “Ese fiscal, duro en sus apreciaciones y firme en sus convicciones a la hora de hacer cumplir el Estatuto del Proceso, era Julio César Strassera”.

Es muy posible que haya sido así”, reconoció en ese momento Strassera, pero contraatacó: “Acá quienes no hicieron nada por los derechos humanos son los Kirchner. Sólo se dedicaron a hacer plata”.

Al día siguiente, Aníbal Fernández continuó con la crítica y afirmó que “Strassera es un impresentable aún cuando le hagan una casa con forma de desagravio”. Fernández había parafraseado al filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset para criticar a Strassera, “que decía que yo soy yo y mis circunstancias”, al indicar que “las circunstancias lo pusieron en ese lugar, no creo que esa haya sido su vocación ni otra cosa” de acusar a las juntas militares en 1984.