

El Sector Público Nacional (SPN) registró en mayo un déficit primario de $ 247.650,9 millones y un déficit financiero de $ 631.071,8 millones, tras el pago de intereses de la deuda. De esta manera, se acumuló un déficit primario de $ 1.268.951,5 millones ($ 1,2 billones) durante los primeros cinco meses del año y se superó la meta fiscal para todo el primer semestre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -$ 1,185 billones-, que igualmente está en revisión.
Según informó el Ministerio de Economía, el mes pasado los Ingresos Tributarios del SPN ascendieron a $ 2.049.123,9 millones y tuvieron un salto del 104,2% nominal interanual, lo que refleja una caída real del 4,7%, descontados los efectos de la inflación. Si se excluyen los tributos al comercio exterior, el incremento de los recursos tributarios ascendería a 115,9% nominal anual, con un aumento real del 0,8%.
"En el marco de este escenario restrictivo, la administración de la política fiscal dispuesta por las autoridades del Ministerio de Economía morigeró el impacto negativo en el resultado primario del período provocado por la referida caída de la recaudación", dijeron en el Palacio de Hacienda. La sequía restó recursos por unos $ 670.000 millones en lo que va de 2023.

Asimismo, en mayo el gasto primario del Sector Público Nacional alcanzó los $ 2.559.222,5 millones ($ 2,5 billones) y presentó una suba de 98,2% nominal interanual -descenso anual real del 7,5%-, "manteniendo un crecimiento sostenido de la inversión asociada a la política salarial, la política educativa y la inversión en infraestructura", señaló el Gobierno.
Al mismo tiempo, el gasto de capital creció 192,5% nominal (36,5% real) motorizado por la inversión pública en obras de infraestructura energética y vivienda, entre las que se encuentra el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta, que se habilitó este 20 de junio.
Con todo, ninguna de las tres metas de desempeño que evalúa el FMI se cumplieron en el primer semestre de 2023, tras los efectos de la sequía sobre las cuentas públicas argentinas. Ni la meta fiscal, ni la de reservas ni la de emisión monetaria fueron como las previstas en la última revisión, por lo que desde hace más de dos meses el ministro Sergio Massa está negociando nuevos criterios, además del adelanto de desembolsos y la posibilidad de usar dólares para frenar una corrida cambiaria.
Según economistas privados, este año la Argentina podría terminar con un déficit primario equivalente a poco menos del 3% del Producto Interno Bruto (PIB), más que el 1,9% de la meta y el 2,4% de 2022.













