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El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), entre las 300 derogaciones y modificaciones legislativas, contiene medidas en sintonía con la meta del equilibrio fiscal para 2024 a partir de un ajuste de 5% del Producto Bruto Interno (PBI). Entre los planes del Gobierno para achicar el gasto se destaca la privatización de las empresas públicas y su paso a sociedad anónimas.

Con el envió de la ley ómnibus al Congreso, para su tratamiento en las sesiones extraordinarias, el oficialismo reveló un listado de 41 que tiene en la mira para que pasen a manos del sector privado. Entre las cuales se destacan: Aerolíneas Argentinas, Aguas y Saneamientos Argentinos S.A., Banco de la Nación Argentina (BNA), Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Ferrocarriles Argentinos y Telam S.E.

Junto con Innovaciones Tecnológicas Agropecuarias S.A., Intercargo S.A.U, Nación Bursátil S.A., Pellegrini S.A., Nación Reaseguros S.A., Nación Seguros de Retiro S.A., Nación Servicios S.A., Nucleoeléctrica Argentina S.A., Playas Ferroviarias de Buenos Aires S.A., Polo Tecnológico Constituyentes S.A., Radio de la Universidad Nacional del Litoral S.A., Radio y Televisión Argentina S.E., Servicio de Radio y Televisión de la Universidad de Córdoba S.A y Talleres Navales Dársena Norte S.A.C.I. y N.

A la par de Desarrollo del Capital Humano Ferroviario SAPEM, Belgrano Cargas y Logísticas S.A., Administración de Infraestructuras Ferroviarias S.E., Operadora Ferroviaria S.E., Vehículo Espacial Nueva Generación S.A., Yacimientos Carboníferos Fiscales Empresa del Estado y Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD).

Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) reveló a cuánto llega el monto y el impacto en las cuentas públicas a cambio de la venta de empresas que para otros sectores son consideradas estratégicas.

La primera definición del IARAF es que no se pueden poner a todas las empresas en la misma bolsa. "La evolución de las transferencias del tesoro a las empresas públicas tuvo un desempeño heterogéneo", afirmaron en el informe. En tanto, existió un salto en el nivel del gasto entre los años 2017-2020 y 2021-2023, tanto en términos constantes como a nivel del PBI.

Durante el segundo y tercer año del mandato del expresidente, Mauricio Macri (2017-2018), se detectó un aumento de las transferencias corrientes a las entidades o sociedades estatales, en compensación de las de capital (para proyectos de inversión).

El presidente, Javier Milei junto con Mauricio Macri durante la asunción en el Congreso.
El presidente, Javier Milei junto con Mauricio Macri durante la asunción en el Congreso.

Una tendencia que no duró en el corto plazo. Hacia el final de la gestión de Cambiemos y el inicio del mandato de Alberto Fernández se presenció, junto con las de capital, una baja a nivel del PBI de lo que representaron las transferencias, lo que en gran parte se explicó por la excepcional caída en el nivel de actividad por la pandemia.

En cuanto al cierre del 2023, el IARAF proyectó un descenso de las transferencias corrientes de 13,5% en términos reales y de 0,08 puntos porcentuales (p.p.) del PBI. Mientras que las de capital (inversión) irían en la dirección opuesta: tendría un incremento del 106% y del 0,03 p.p., respectivamente.

Sobre este último punto, una de las variables de gran afección fue la decisión de continuar la construcción del Gasoducto presidente Néstor Kirchner (GPNK), por parte del exministro de Economía, Sergio Massa, a pesar de la negativa por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). "Al excluir las transferencias de capital hacia la empresa Enarsa [que participó en gran medida en las obras], tendrían el mismo valor real que en 2022", puntualizaron.

A nivel general, el IARAF concluyó que, para el final de diciembre, la suba en las de capital sería mayor de la caída de las corrientes, lo que resultaría en un incremento real de las transferencias totales en un 18,1% y de 0,25 p.p. del PBI.

Cronología de los últimos siete años

Así, para la serie de tiempo de los últimos siete años, el instituto detectó que las transferencias corrientes reales se mantuvieron relativamente estables hasta 2020. Al año siguiente experimentaron un aumento del 89% con respecto a 2017, una tendencia que continuo en el mismo sentido -aunque en menor medida- hasta el 2023, en torno al 53% respecto al año base.

Pero el camino de las de capital fue el opuesto: dado que iniciaron con un nivel inferior en torno al 55% respecto al 2017 pero que luego se revirtió al punto tal de que el 2023 terminaría con un aumento del 69% en comparación con la cifra de hace siete años atrás.

"Las transferencias totales cerraría el año 2023 con un incremento real del 60% respecto al año base, lo que equivale a un aumento de 0,5 p.p. del PBI", afirmaron. Un dato que estará en la cabeza del equipo económico a los fines de cumplir la meta estipulada, pero cuya reversión podrían implicar conflictividad gremial ya latente.

Por último, si se lo analiza en términos del gasto primario, el instituto demostró que para el periodo 2017-2020 la participación fue relativamente constante, con un promedio de 3,6%. Pero luego experimentaron un salto en el 2021 que lo llevo al punto máximo de la serie del 6,7%. El cual sería levemente inferior en los años posteriores con una media del 6,1%.