La firma del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur volvió a quedar en suspenso. En un contexto de fuertes tensiones políticas dentro del bloque europeo y crecientes advertencias desde América del Sur, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó que la rúbrica del pacto se postergó hasta enero, pese a que Bruselas aspiraba a cerrarlo esta misma semana.

Según indicaron fuentes diplomáticas a la agencia AFP, Von der Leyen comunicó la decisión este jueves durante una cumbre con líderes europeos. La Comisión Europea buscó sellar el acuerdo en los últimos días, pero el plan se alteró luego de que Italia se sumara a Francia en el pedido de aplazamiento para exigir mayores garantías de protección para el sector agrícola europeo.

El tratado, negociado durante más de dos décadas, apuntó a crear la mayor zona de libre comercio del mundo entre la Unión Europea y el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Sin embargo, las resistencias internas en Europa volvieron a emerger en la recta final del proceso.

Francia e Italia reclamaron retrasar la votación prevista para esta semana y condicionaron su aval a la incorporación de nuevas salvaguardias frente al impacto que podría generar la apertura comercial sobre los productores agropecuarios del bloque. Polonia también expresó objeciones, mientras que países como Alemania y España impulsaron el cierre del acuerdo para fortalecer sus exportaciones industriales, en particular de automóviles y maquinaria.

La postergación provocó una reacción inmediata en Brasil. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que su país podría abandonar definitivamente el proceso si la Unión Europea no avanzaba ahora con la firma. “Ya les advertí: si no lo hacemos ahora, Brasil no hará más acuerdos mientras yo sea presidente”, afirmó durante una reunión ministerial. “Llevamos 26 años esperando este acuerdo. El acuerdo es más favorable para ellos que para nosotros”, agregó. También apuntó contra el mandatario francés y el gobierno italiano: “Macron no quiere hacerlo por sus agricultores; Italia no quiere hacerlo por razones que no conozco”.

Fuente: EFEAndre Borges

Desde Bruselas, funcionarios europeos reconocieron que Von der Leyen tenía previsto viajar a Brasilia este sábado para formalizar el acuerdo, un plan que quedó en pausa tras el giro político. Italia exigió que el Mercosur aceptara nuevas protecciones vinculantes para los agricultores europeos, incluida la posibilidad de reintroducir aranceles si las importaciones afectaban los ingresos del sector.

Dos diplomáticos europeos señalaron que Roma insistió en un intercambio de notas que dejara por escrito las medidas que la Unión Europea aplicaría ante eventuales distorsiones en los mercados agrícolas. “Si no se firma esta semana, el acuerdo morirá”, sostuvo un tercer diplomático de la UE, que alertó sobre el creciente cansancio de los países latinoamericanos frente a las demoras europeas.

La Comisión Europea propuso una fórmula legalmente vinculante que estableció mecanismos de salvaguardia para la carne vacuna, el pollo y los cereales, con la obligación de investigar aumentos abruptos de importaciones o caídas de precios en un país miembro y, eventualmente, reimponer aranceles. Estas herramientas debían finalizarse en las últimas horas, pero no lograron destrabar el consenso político.