Con el debate legislativo en curso en el Senado, la CGT decidió trasladar la disputa por la reforma laboral al espacio público. Desde las 15, la central obrera encabezó una movilización “multitudinaria” hacia Plaza de Mayo en rechazo al proyecto de ley de Modernización Laboral impulsado por el oficialismo, en una señal directa de presión política mientras el Congreso define el futuro de la iniciativa.

Las columnas confluyeron en un acto con el triunvirato cegetista integrado por Jorge Sola (Seguros), Cristian Jerónimo (Industria del Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros) lanzando una dura advertencia: “Si no nos escuchan, vamos a terminar en un paro nacional”.

Al momento de tomar el micrófono, el dirigente camionero prometió que la central se va a “oponer rotundamente” a la reforma laboral. “No nos dejemos engañar más. Nosotros tenemos que ganar la calle y pelear por los derechos de nuestra familia. No podemos entregar nuestros derechos”.

El mensaje fue teledirigido hacia las y los senadores en el extremo opuesto de la avenida de Mayo, donde la comisión de Trabajo, a cargo de Patricia Bullrich, concluyó sus deliberaciones y se convocó para firmar dictamen a las 17. “Le decimos a los senadores, que pretenden firmar ese dictamen, ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se lo vamos a demandar”, remarcó Argüello.

En una Plaza de Mayo que fue vallada desde temprano, los dirigentes cegetistas se repartieron el tiempo para expresar el rechazo del movimiento obrero al proyecto que se debate en el extremo opuesto de la avenida de mayo, en la Cámara alta. Así y todo, la concurrencia no pareció ser todo lo masiva que prometían.

La estrategia de la CGT busca reforzar en la calle una posición que, en el plano institucional, enfrenta un escenario abierto. La movilización se plantea como un gesto político explícito hacia el oficialismo y sus aliados, en un contexto en el que la central entiende que el tratamiento legislativo de la reforma laboral se convirtió en un punto de inflexión para la relación entre el Ejecutivo y el sindicalismo.

Si bien la iniciativa abandonó su pretensión original de reconfigurar al sistema gremial en la Argentina, hay artículos que tocan algunos de sus intereses, sea de forma explícita o por lo difuso de su redacción. Aún no queda en claro hasta donde está dispuesto a insistir el oficialismo con la redacción completa o si podría ceder algunos puntos. Tampoco era unívoca la posición entre el ala más política y la más dogmática de LLA frente a la CGT.

A la marcha se plegará la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que además anunció un paro nacional para la misma jornada, las dos vertientes de la CTA —la de los Trabajadores y la Autónoma—, la UTEP y otros gremios. El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, sostuvo que es necesario “pudrírsela a los gobernadores en sus territorios” porque, según afirmó, la reforma laboral y el presupuesto “terminarán de aniquilar a las provincias”.

Desde las CTA, las críticas al proyecto apuntaron al contenido de la iniciativa y a su orientación general. Hugo Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, señaló que la propuesta tiene un objetivo “regresivo y contrario” a los derechos de los trabajadores.

En la misma línea, Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, contrastó el proyecto oficial con reformas impulsadas en otros países, donde —según planteó— se busca “mejorar” las condiciones laborales, regular las plataformas, otorgar nuevas licencias, reducir la jornada laboral y garantizar la igualdad de género. “Ninguna plantea volver al pasado como propone el gobierno nacional”, remarcó.

El rechazo también fue expresado por el Sindicato de Trabajadores Viales, que advirtió que la iniciativa “implica un retroceso en los derechos conquistados por las y los trabajadores” y afirmó: “Rechazamos cualquier iniciativa que precarice el empleo, debilite la protección laboral y afecte la dignidad del trabajo”.

En tanto, los trabajadores del Hospital Garrahan nucleados en la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) confirmaron su adhesión “en defensa de los derechos laborales y de la salud pública”.

Ayer, en su paso por Diputados, la oposición y algunos aliados del Gobierno le negaron a la Casa Rosada el artículo en el Presupuesto 2026 que derogaba la emergencia en Discapacidad y los fondos para las universidades. La victoria por apenas unos diputados de diferencia envalentonó a los sectores más combativos de cara a la jornada de hoy.

La concentración comenzará a las 15 en la intersección de Avenida Carlos Pellegrini y Juan Domingo Perón, desde donde las columnas marcharán hacia Plaza de Mayo. Además del rechazo a la reforma laboral, la convocatoria incorporó críticas al Presupuesto 2026 por estas derogaciones que el Gobierno quiere revivir en el Senado bajo amenaza de vetar toda la normativa.

Con la movilización, el nuevo triunvirato tiene su bautismo de fuego con una CGT que se reperfila -tras meses de silencio- para volver a marcar el contraste entre el debate en el “palacio” y la capacidad de presión en la calle, poniendo en pausa sus diferencias internas sobre la estrategia frente al Gobierno con una coincidencia central: mostrar músculo político en el momento en que el Senado define la reforma.