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Los episodios de tensión entre la Corte Suprema y el actual gobierno ya se han vuelto innumerables. Mientras avanzaba el pedido de juicio político en el Congreso, el máximo tribunal tomó una decisión de alto peso político cuando suspendió las elecciones en San Juan y Tucumán, incluso sin resolver la cuestión de fondo. Pero ahora se avecina otro tema que puede aumentar la escalada: Formosa.
La provincia del norte es gobernada por Gildo Insfrán desde hace 28 años. Antes de asumir, entre 1987 y 1995, había sido vicegobernador. La constitución formoseña, que fue reformada en 2003, habilita la reelección indefinida, según entienden la mayoría de los juristas. En su artículo 132 detalla que "el gobernador y el vicegobernador durarán cuatro años en el ejercicio de sus cargos, y podrán ser reelectos".
A diferencia de los casos sanjuaninos y tucumanos, en donde se especificaba un límite a las reelecciones -pero la redacción podía resultar confusa-, en Formosa no existe tal previsión. De esta manera, Insfrán no ha tenido inconvenientes para postularse y ganar siete veces consecutivas para el ejecutivo provincial.
Sin embargo, la oposición formoseña vio una luz de esperanza a partir de los casos de San Juan y Tucumán. Las elecciones están previstas para el 25 de junio. Y la presentación de candidaturas estaba agendada con límite para el domingo 21 de mayo. Y fue ayer que Gildo Insfrán oficializó su octava postulación. El congreso del Partido Justicialista (PJ) de Formosa designó a Gildo Insfrán y a su actual vicegobernador, Ebers Solís, como vice.
El mandatario provincial afirmó: "(Si la Corte hace lugar) Dejaríamos de ser un Estado federal y las constituciones provinciales no tendrían ningún valor ni sentido".
Sin embargo, el diputado radical Fernando Carbajal no esperó a que se oficialice la candidatura de Insfrán y avanzó con un pedido de declaración a la Corte Suprema de Justicia.
El exjuez y candidato a gobernador por el principal espacio opositor está convencido de que Insfrán no debería poder presentarse. En diálogo con El Cronista, señala que la constitución formoseña dice que el gobernador podrá ser reelecto, pero no aclara que lo podrá hacer indefinidamente. "Una interpretación más razonable, de acuerdo a los principios constitucionales, sería que puede ser reelecto una vez", añade.
Igualmente, esgrime otros argumentos para tachar un posible nuevo mandato de Insfrán. Por ejemplo, la posibilidad de que la constitución formoseña contradiga el artículo 5 de la constitución nacional, que sostiene que cada provincia debe dictar "para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional".
Carbajal cuenta que ya planteó una cuestión ante la Corte que fue rechazada, en 1999, después de que Insfrán cumpliera tres períodos entre gobernador y vice. Pero agrega otra cuestión más novedosa. En 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos "dijo que la reelección indefinida viola los Derechos Humanos de los ciudadanos. Lo dice claramente: la reelección indefinida termina haciendo desaparecer la democracia representativa, porque es indudable que otorga una ventaja enorme a quien está en el cargo respecto al que no está". Según su visión, la Corte Suprema podría hacer un "control de convencionalidad" de la constitución formoseña y determinar si está en línea con los postulados del Pacto de San José de Costa Rica, que tiene estatus constitucional en la Argentina.

Del otro lado de la biblioteca se encuentra el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat -fue parte del Frente Grande-, quien considera que la Corte no debería intervenir. Si bien reconoce que "en Tucumán y San Juan el texto constitucional tiene cierta ambigüedad, pero Formosa el texto es claro". Es decir, cree que no hay argumentos jurídicos para impedir la reelección indefinida.
Barcesat está convencido de que las motivaciones de la Corte son políticas y no jurídicas, y critica su accionar anterior en varios temas, como que haya permitido el regreso a clases presenciales en la ciudad de Buenos Aires en el marco de la pandemia o la intromisión a la ley de presupuesto al fijar una alícuota para la capital.
En el hipotético caso de que la Corte acepte el tema y no habilite la candidatura de Insfrán, para Barcesat estaríamos en un "conflicto de poderes suscitado por la Corte". En ese caso, reconoce que le aconsejaría a Insfrán que desobedeciera el fallo y vuelva a presentarse.
Otro abogado constitucionalista, Andrés Gil Domínguez, aporta otra visión. En primer lugar, aclara que está en contra de las reelecciones indefinidas, pero que, más allá de su opinión, "está claro que el pueblo de la provincia de Formosa ha dado la posibilidad de la reelección indefinida".
Según su visión, hasta ahora la Corte ha intervenido en los casos en los que se especificaba un límite a las reelecciones, como Santiago del Estero y Río Negro, además de los de San Juan y Tucumán.
Para el jurista, sería "muy particular" que la Corte interviniera, ya que "no quedaría claro cuál es el régimen. ¿Cuántas reelecciones se permitirían? ¿Los anteriores períodos de Insfrán, cómo se cuentan? No puede ser retroactivo, una acción declarativa tiene efecto hacia el futuro".
La pelota, por el momento, la tiene la Corte. Se la había pasado a la Procuración General, pero ya le volvió. El procurador Eduardo Casal sostuvo que la Corte no debe intervenir. Igualmente, no es vinculante, y el máximo tribunal podría tomar cartas en el asunto de cualquier manera.
Hasta el momento, el recurso presentado por la oposición formoseña es un pedido de acción declarativa, ya que no se oficializaron las candidaturas. Cuando esto suceda, el próximo domingo, podrán pedir la impugnación. Siempre que Insfrán, como todo indica, intente ir por su octavo mandato consecutivo.
Qué pasa en el resto del país
Además de Formosa, hay otras dos provincias que tienen habilitada la reelección indefinida, aunque nunca nadie estuvo ni cerca del récord de Insfrán. Santa Cruz, en donde además rige la ley de lemas, es una de ellas. Alicia Kirchner, gobernadora desde 2015, podría ir este año por su tercer mandato. De esta manera, igualaría el récord de su hermano, al frente del ejecutivo provincial entre 1991 y 2003.

La otra es Catamarca. Allí, sin embargo, ningún gobernador estuvo durante más de dos períodos desde el retorno de la democracia. Hubo uno que lo intentó pero no lo logró: Eduardo Brizuela del Moral en 2011. Luego, Lucía Corpacci gobernó dos mandatos y no buscó uno más.
Hay dos provincias que tienen habilitados dos mandatos. Es decir, es posible gobernar durante doce años. Una es Salta. Tanto Juan Carlos Romero (1995-2007) como Juan Manuel Urtubey (2007-2019) ganaron tres elecciones consecutivas. Gustavo Sáenz, recientemente reelecto, podría igualarlos dentro de cuatro años.
La otra es San Juan. Allí José Luis Gioja logró tres mandatos consecutivos hasta 2015 y luego fue sucedido por Sergio Uñac, quien iba por lo mismo hasta que lo frenó la Corte (Uñac había sido vicegobernador antes).
En la mayoría de los distritos, en cambio, solo se permiten dos mandatos consecutivos. Luego es posible volver a postularse, pero después de cuatro años.
Pero en dos provincias no está habilitada la reelección inmediata. Una es Santa Fe. Para ser gobernadores en dos períodos, Carlos Reutemann y Jorge Obeid se sucedieron recíprocamente entre 1991 y 2007.

La otra es Mendoza y es una rareza. Por más que sea posible legalmente, es la única provincia argentina que no tuvo gobernadores por más de un período desde que volvió la democracia. Desde 1983 hubo 10 gobernadores distintos -cinco peronistas y cinco radicales-. Esta racha puede romperse este año, ya que Alfredo Cornejo se postulará al cargo que tuvo entre 2015 y 2019.













