Cinco de cada diez empresas industriales vieron caer en agosto su nivel de actividad, reflejando de alguna manera, el impacto de la devaluación superior al 25% sobre la economía real. Y aún más, el 43% de los consultados espera una evolución negativa de la actividad durante el segundo semestre del año.

Los datos corresponden al último relevamiento de la actividad industrial y expectativas, elaborado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC) sobre 211 empresas consultadas.

Esto permite poner en números lo que los empresarios comentan en público y en privado, y es muy gráfica de la situación de las pymes que emplean menos de 15 trabajadores y facturan hasta $21.990.000 anuales.

El 48,82% de los consultados destacó que su actividad disminuyó el último año (con datos de agosto), mientras que 35,07% dijo que se mantiene constante. En contraste, apenas 14,22% aseguró que el nivel de actividad se incrementó. Como un derivado natural de esta situación, el 34,62% de los consultados precisó que se extendió la cadena de pagos de sus clientes.

Con la mirada en el próximo semestre, 42,93% de las respuestas prevén una disminución del nivel de actividad, mientras que 39,02% de los industriales consideran que se mantendrá estable. En este contexto, apenas 8,78% cree que se incrementará la actividad.

Se observa así un fuerte deterioro de las expectativas. En la medición de junio, el 34,2% proyectaba una caída de la producción, mientras que en julio bajó a 25,8% y a 23,6% el mes siguiente. El ato de septiembre la ubica en 48,82%.

El dato alentador, al menos por ahora, es que 62% de los consultados no piensa tomar medidas sobre la dotación de personal. Habrá adelanto de vacaciones, reducción de horas extras y suspensión de jornadas, pero sólo el 9,55% tiene previsto despedir trabajadores.