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Cristina Kirchner confirmó esta semana que será candidata a legisladora bonaerense en las elecciones del próximo 7 de septiembre que definirán a las autoridades de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires.

La referente peronista se presentará por la tercera sección electoral, la cual básicamente abarca la zona oeste y sur del conurbano, con los distritos de mayor densidad poblacional de todo el país: allí, el kirchnerismo mantiene su núcleo duro de votantes.

Esta es una de las razones principales por las que la expresidenta definió candidatearse en representación de la tercera sección: es que, en un escenario en el que La Libertad Avanza aparece como favorito a nivel nacional, en estos distritos Kirchner puede contar con una victoria casi asegurada que reforzaría a la oposición de cara a los comicios de octubre en todo el país.

Esto mismo explicó este martes, al confirmar en diálogo con C5N su candidatura. Para la expresidenta, si el peronismo pierde en septiembre las elecciones bonaerenses, se condenan a perder también en septiembre.

A esto se suma también lainterna peronista entre CFK y el gobernador Axel Kicillofpor la estrategia electoral, la cual se profundizó con el impulso de este último a los comicios desdoblados que llevarán a los bonaerenses dos veces a las urnas este año. Según los analistas, esta jugada estratégica de Cristina la "blinda" del posible fracaso del peronismo a nivel nacional en octubre.

"Hay que considerar la idea de que es parcialmente correcto de lo que dice ella en su análisis: 'Si perdemos en septiembre, perdemos en octubre', pero ¿qué pasa si gana en septiembre y pierden en octubre? Ella ganó y Kicillof, perdió", compartió en este sentido el consultor Jorge Giaccobe.

Aunque, por estas horas, la líder de La Campora y el gobernador parecen empezar a acercar posiciones para ir unidos a las urnas, lo que se evidenció con una llamada este miércoles donde se acordó un futuro encuentro, la tensión entre ambas partes se mantiene.

Además, la complicada situación judicial de la expresidenta, particularmente a raíz de la Causa Vialidad, se suma como una excusa más para su candidatura provincial por la tercera sección por los fueros que recibiría.

La zona, compuesta por distritos clave como La Matanza, Lomas de Zamora, -solo estos dos juntos suman unos 1,6 millones de electores- Avellaneda y otros 16 municipios que acumulan casi 5 millones de votantes, es donde, elección a elección, se libra "la madre de todas las batallas", ya que es la sección con más personas habilitadas a votar del país.

Históricamente, siempre fue la fuente de las victorias peronistas y kirchneristas: en 40 años, solo perdieron allí una vez y, hoy, de los 19 distritos, solo dos no están gobernados por intendentes de Unión por la Patria (Magdalena, de la UCR, y Lobos, del PRO).

A este activo es al que Kirchner pretende subirse en septiembre con un piso de electores prácticamente infalible, que ronda el 40%. Al respecto, la consultora CB realizó recientemente un breve relevamiento en el que analizó las posibilidades de la expresidenta en los comicios bonaerenses: los números que compartió.

Cómo mide Cristina Kirchner en la tercera sección electoral

El último relevamiento de CB Consultora en la tercera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires fue realizado entre el pasado 23 y 27 de mayo con foco en el rendimiento de la expresidenta Cristina Kirchner en la zona.

Cabe señalar que, el próximo 7 de septiembre, el distrito renovará los 18 diputados provinciales que le corresponde, mientras que en 2027 -de la mano de las elecciones presidenciales- se elegirán los nueve legisladores de la Cámara Alta bonaerense que los representarán por cuatro años. Se trata de la sección electoral con más peso en la composición de la Legislatura, con casi 5 millones de electores.

En este sentido, CB indagó sobre la imagen general de la referente de La Cámpora y su posibilidad de voto, con resultados mixtos para Kirchner: aunque su imagen es más bien positiva, su techo electoral supera el 50%, un porcentaje que debería permitirle ganar de forma holgada en septiembre.

En la pregunta "en términos generales, ¿qué imagen tiene de Cristina F. de Kirchner?" las respuestas negativas acumularon un 53,3%, conformado por un 42,4% de imagen "muy mala" y un 10,9% de "mala".

En contraste, la percepción positiva es del 46,2%, con un 29% que la destaca como "muy buena" y un 17,2% como "buena". Solo un 0,5% no sabe o no conoce.

Por otro lado, los casi 400 encuestados fueron consultados sobre su elección a la hora de votar: "Pensando en las elecciones legislativas de este año, usted: ¿seguro votaría, podría votar o nunca votaría a Cristina Fernández de Kirchner?", indagaron.

Un 30,1% marcó que "seguro la votaría", lo que ya la da un piso seguro a la exvice, mientras que un 20,8% "podría votarla". Del otro lado, un 45,5% "nunca la votaría" -fuerte contra- y un 3,6% "no sabe".

Aquí es donde se da vuelta la tortilla para la expresidenta, ya que alcanza un techo electoral del 50,9%, un índice particularmente elevado para la mayoría de los políticos. Esto deja en evidencia que, con su decisión de presentarse por la tercera sección electora, Kirchner optó por lo seguro: una victoria viable.

Además, blinda su figura: de sacar un buen resultado, será la abanderada de un posible repunte opositor en las nacionales y, en caso de alcanzar peores números de los esperados, igualmente entraría a la Legislatura, conseguiría fueros y, además, se podría desligar de una posible derrota a nivel nacional en octubre con un armado que lleve la firma de Kicillof.