

La presidenta Cristina Fernández calificó ayer como un "disparate" la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa de declarar en desacato a la Argentina y tras renovar la embestida oficial contra Estados Unidos, consideró como "una ingenuidad pensar que esto es obra únicamente de un juez senil". "Nunca se ha llegado tan lejos en el disparate", advirtió la mandataria en un durísimo discurso que pronunció en el marco de un acto en la Casa Rosada, e insistió en que la medida de Griesa confirma el objetivo de "quienes quieren tirar abajo la reestructuración de la deuda para que volvamos a deber miles de millones de dólares".
En esa línea, Cristina descargó: "Qué casualidad que lo declare justo el día anterior a que tengamos que hacer el pago de los bonos", y se preguntó "¿por qué no dejan que la Argentina pague su deuda, que quiere pagar?". "No soy ingenua, este no es un movimiento aislado de un juez senil de Nueva York", remarcó.
La Presidenta destacó que ayer el Gobierno depositó u$s 161 millones en Nación Fideicomisos correspondientes a los intereses de los Bonos Par con legislación estadounidense y británica y u$s 22 millones con legislación argentina, de los cuales u$s 5 millones le corresponden al Citigroup, que serán los únicos que llegarán a los acreedores. Precisó, al respecto, que se abrieron dos cuentas "una para los deudores reestructurados (de los canjes de 2005 y 2010) y otra para los holdouts".
Además, la mandataria anticipó que "el 31 de diciembre próximo se depositarán u$s 100 millones a favor de los holdouts", correspondientes a los intereses del Bono Discount.













